Una iniciativa muy económica. El Hospital Virgen Macarena, haciéndole un quiebro a la crisis, no quiere donaciones materiales. Con un poco de tiempo es suficiente. La unidad de donación de tiempo basa su ayuda en el acompañamiento de los enfermos que están solos.
"Si la enfermedad es mala, unida a la soledad, ya es algo devastador", explica Antonio Galán, voluntario de la unidad, que lleva trabajando más de dos años con personas hospitalizadas en el centro sevillano.
"Esta iniciativa nació para abordar una nueva necesidad social que se nos planteaba en el hospital", declara Joaquín Torres, gerente del Macarena. "Hasta hace poco teníamos algunos abuelitos solos, ahora es una importante población sola", añadió. "Debemos ser sensibles y desde la gestión transformarnos para dar una solución a este problema".
Esta nueva situación a la que se enfrenta la sociedad (más población anciana, los cambios en la estructura familiar, cada vez más independiente, y la inmigración) hace que sea necesario buscar nuevas formas de adaptación en el ámbito sanitario y para ello nace el denominado Banco del tiempo.
El perfil de la persona sola también está cambiando. No son sólo personas mayores. Un gran colectivo de inmigrantes y de personas sin hogar son atendidos cada día por los voluntarios. Esta iniciativa, de momento, sólo está activada en el hospital San Lázaro, puesto que está especializado en pluripatologías y tratamientos paliativos, aunque en poco tiempo se pretende ampliar al hospital general.
"Para poder atender a la gran masa de enfermos del Macarena debemos disponer de una gran plantilla de voluntarios que quieran encargarse de esta importante labor", explica Torres.
El enorme trabajo que vienen realizando en San Lázaro, desde diciembre, avala con creces el futuro de esta iniciativa, aunque algunas organizaciones ya estaban ejerciéndola. La unidad de tiempo se encargará de coordinarlas y aumentar sus voluntarios para poder llegar a todo el Virgen Macarena.
Cuando un voluntario se acerca a la unidad se le adhiere a una ONG para que desarrolle su trabajo con ella. Ya llevan tiempo participando algunas como Solidarios para el desarrollo o Cruz Roja. Para informarse, sólo deben acercarse al Macarena.
«No es un voluntariado fácil pero sí necesario»
Antonio Galán es voluntariado de la ONG Solidarios para el desarrollo y lleva dos años trabajando en el acompañamiento de enfermos que están solos. “No es un voluntariado fácil, pero sí muy necesario”, explicó Antonio, que antes ya había estado con personas sin hogar pero reconoce que para él es difícil enfrentarse a esta realidad. “Si estar enfermo es malo, si encima estas solo ya es algo con lo que muchas veces no se puede luchar”. Estos voluntarios se organizan todos los miércoles para visitar en San Lázaro a los enfermos.
“Suelen ser personas mayores o sin hogar. Nuestra labor es importante para ellos y para nosotros”, pero sobre todo, “lo básico es la relación humana, saber que alguien habla contigo de las cosas que te importan”.
