El Espacio Natural de Doñana alberga en su interior en estos momentos un total de once núcleos de población de lince ibérico en estado salvaje en los que habitan un total de 65 ejemplares, según los datos facilitados a EFE por el portavoz de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación, Juan Romero.
Romero ha explicado que se trata de buenos número pero que hay que actuar para que la especie en estado salvaje se desarrolle en las mejores condiciones, algo que conlleva paliar las que suponen las primeras causas de muerte en la zona, como pueden ser los atropellos.
En este sentido, ha recordado que en lo que va de año dos hembras de lince ibérico han muerto en las carreteras de Doñana, una de ellas era 'Theo', una hembra que en el momento del fallecimiento, en marzo, gestaba dos cachorros.
Este hecho hace que desde el grupo ecologista, según ha apuntado Romero, se insista en la necesidad de articular corredores ecológicos que conecten los hábitats del lince ibérico en Doñana y para unir este espacio con Sierra Morena, la otra zona en la que actualmente habita la especie en estado salvaje en Andalucía.
El ecologista ha destacado que actualmente las zonas consideradas hábitats idóneos para el lince ibérico "están fragmentadas y aisladas", por ello urge que se ejecuten esos corredores para permitir la movilidad segura de la especie.
El corredor más importante y fundamental en Doñana es el del Arroyo del Avitor y conectaría la zona de la Laguna de las Madres, en Mazagón (Huelva) con la conocida como del Abalario, mientras que otros irían siguiendo el cauce de arroyos, como el de la Rocina, Pilas o el del Partido.
Por último, ha resaltado la importancia de conectar el Espacio Natural de Doñana con Sierra Morena a través del corredor del Guadiamar, para lo que se hace necesario, en primer lugar, la conexión de los pinares de Aznalcázar y los del Puebla del Río, en la provincia de Sevilla.
