Xavier Thames, en un partido de esta temporada.
El caso de Xavier Thames es inexplicable. Cualquier aficionado de la Universidad de San Diego State, por no decir su entrenador de entonces Steve Fisher, que lo viera jugar un día cualquiera con Baloncesto Sevilla no daría crédito, tal vez incluso dudaría de que fuese el mismo jugador. No es el primer caso de un joven jugador que, precedido de fama y estadísticas sobresalientes en la NCAA tiene problemas de adaptación al baloncesto europeo, y en concreto a la complicada Liga ACB. Pero lo de Thames va camino de batir todos los récords en la lista de fichajes frustrantes.
Sus números desde que llegó a Sevilla no es que hayan sido flojos o malos, es que son paupérrimos. Apenas ha soltado algún partido que se enmarque dentro de lo que exige un club como el del San Pablo y competiciones como las que disputa el jugador californiano. Su mejor perfil está aún reciente. Fue en Praga, en la última jornada de la primera fase de la Eurocup. Sin nada en juego, Scott Roth le dio todos los minutos posibles buscando que pudiera reencontrarse con el jugador que fue no hace tanto tiempo. Fue de menos a más y logró una marca de 17 puntos y 17 de valoración, con 4 de 6 en triples. En la ACB, sólo en su partido de debut, ante Iberostar Tenerife, estuvo en una línea más o menos aceptable, al menos en la anotación (4 de 5 en tiros de dos), porque por lo que respecta a su rol de generador de juego desde el puesto de playmaker, nada o casi nada. Hizo ese primer día 8 puntos. En ninguna de las 12 jornadas ha llegado a los diez puntos, en cuatro partidos acabó en valoración negativa, en otros cuatro estuvo en cero... y promedia 1.6. Esa estadística le sitúa entre los peores jugadores de la Liga Endesa. Cuesta encontrar en los restantes 17 equipos de la competición una valoración tan baja, y mucho menos que tenga esa valoración disfrutando de una media de 15 minutos en la pista, que no es poco. En el último partido, Andorra traía al venezolano Román Martínez, que promedia 1.1 en 12 minutos de juego, y que está a la espera de abandonar el club. Thames, el de verdad, el de San Diego State, segunda ronda del draft, con expectativa de jugar en la NBA, promedió 17,6 puntos, 2,9 rebotes y 3,2 asistencias en 36 partidos de liga. ¿Dónde estás, Thames?
