Dorado fue el que marcó el penalti decisivo en Granada que clasificó el pasado miércoles al Real Betis para los 1/16 de final de la Copa del Rey. Pero no sólo por eso su nombre está cobrando cada vez más peso en el nuevo Betis de Pepe Mel. El central cordobés se ha convertido, en apenas cuatro encuentros oficiales del conjunto bético, en un indiscutible. De hecho, ha disfrutado de todos los minutos que el Betis ha disputado por el momento, los dos partidos de Liga y los de Copa completos. Es el único jugador del plantel que puede presumir de ser realmente fijo.
Y lo curioso es que Chechu Dorado, de 28 años, no ha llegado acompañado de la expectación ni el relumbrón de otros refuerzos de este verano. Ni es el máximo goleador de Segunda, como Jorge Molina, ni viene de Primera, como por ejemplo Rubén o Momo, pero el caso es que ya se ha hecho con su sitio en el equipo y no es amigo de soltarlo.Un buen ejemplo lo encontramos en su historial. Dorado procede del Huesca, donde ha jugado las dos últimas campañas en Segunda. En concreto, en la pasada participó en 41 de los 42 partidos de su equipo en la Liga Adelante. Faltó en uno, en la jornada 25, pero de forma obligada, ya que en el partido anterior vio una roja directa en el encuentro ante el Murcia. Esta continuidad no es flor de un día, pues el año anterior ya había disputado 39 encuentros en el equipo aragonés, al que llegó procedente del Lleida. Pero incluso, en estos dos encuentros con el Betis, ha mejorado en el aspecto goleador sus dos años anteriores, pues ya ha marcado un tanto, al Granada en la primera jornada.
CON JESÚS PAREDES. En la llegada de Dorado al Betis ha tenido mucho que ver la incorporación de Jesús Paredes como preparador físico verdiblanco. El equipo hispalense ha repescado a Paredes del Huesca precisamente, y su recomendación sobre Dorado ha sido escuchada y de momento está dando un gran resultado, no cabe ninguna duda.
Por el momento, José Antonio Dorado Ramírez sólo habla de “satisfacción” cuando se le menciona su gran comienzo de temporada, ya que “uno trabaja precisamente para eso, para jugar lo máximo posible”. Además, no oculta su “orgullo” por la continuidad y por la confianza que le está otorgando el entrenador heliopolitano, Pepe Mel.
Y aunque no es amigo de grandilocuencias y se ajusta más al perfil del trabajo y la humildad, considera –comentó en Onda Cero– que “este año el Betis tiene un vestuario que se ha formado con hombres, y no con nombres, y así es más fácil lograr el objetivo del ascenso”.
Además, el central andaluz argumenta que la vida le ha “demostrado” que tan sólo “con el escudo y con el nombre no se ganan los partidos”.
