Local

Dos años de cárcel por intentar violar a una chica en Cazalla de la Sierra

La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a un joven de 27 años por intentar violar a una chica, a la que abordó a la salida de una discoteca de Cazalla de la Sierra y sometió a tocamientos tras unos contenedores.

el 16 sep 2009 / 05:55 h.

TAGS:

La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a un joven de 27 años por intentar violar a una chica, a la que abordó a la salida de una discoteca de Cazalla de la Sierra y sometió a tocamientos tras unos contenedores.

La sentencia de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Efe, explica que el acusado R.G.C. coincidió en las primeras horas del 21 de noviembre de 2004 con M.S.C.N., que estaba con unas amigas en la discoteca "Sangoy" de Cazalla de la Sierra.

El acusado se presentó como primo de un conocido de ellas llamado José, sin que conste que tuviera con el grupo de amigas otro contacto que no fuera ese inicial y la coincidencia en el mismo local, según la sentencia.

Hacia las 7 horas, M.S.C.N., que entonces tenía 18 años recién cumplidos, decidió marcharse, por lo que el acusado se ofreció para acompañarla a casa, a lo que la joven se negó pero R.G.C. insistió por coincidir sus caminos, por lo que anduvieron juntos hasta la bifurcación de dos caminos.

Llegados a ese punto, cada uno caminó algunos metros por su propia vía, pero el procesado se dio la vuelta, inició una carrera hasta alcanzar a la joven y, cogiéndola por las muñecas, le dijo: "Si te he dicho que te acompaño, te acompaño. ¿Qué, me vas a denunciar".

Tras ello, cogió a la víctima por la cabeza, la tiró al suelo entre dos contenedores de basura y le tapó la boca y la nariz con una mano, impidiéndole respirar, mientras con la otra le realizaba tocamientos en los órganos genitales por encima del pantalón, intentando bajarle la cremallera.

La joven se defendió intentando desplazarse hacia una zona más visible de la calle y en ese momento pasó por el lugar un vehículo que no vio al acusado y a la víctima por estar detrás de los contenedores, pero oyó los gritos de la joven, aminoró la marcha y entonces el acusado huyó corriendo.

La joven se subió al asiento del copiloto y relató al conductor, al que conocía como vecino, la agresión que acaba de sufrir, que le causó heridas en el labio, inflamación de la nariz, hematomas en la región occipital, dolor en la espalda y brazos y dos hematomas en las manos.

Además sufrió un síndrome ansioso depresivo que le causa "llanto fácil al recordar los hechos, hipervigilancia que aún se manifiesta a día de hoy y que le dificulta el contacto o la simple permanencia junto a personas desconocida y el salir o regresar sola a su domicilio", por lo que los jueces fijan para ella una indemnización de 12.000 euros.

La sentencia se basa en la credibilidad de la joven, en la que los jueces no apreciaron "sentimientos de odio, venganza o similares" contra el acusado, con el que no tuvo ninguna relación previa ni posterior y además, en su declaración en el juicio, exteriorizó "lo incomprensible y doloroso" que le resultaba la experiencia sufrida, pero sin tratar de "exagerarla o dramatizarla".

Junto a ello, los jueces recogen que "algo grave le ocurrió en aquel lugar" cuando el vecino que recogió a la chica relató que "angustiada, con pánico, ensangrentada, despeinada y con manchas de barro en el pelo y la ropa", solo "gritaba y repetía" que "me han querido matar, me han querido violar".

Además de dos años de cárcel por un delito de agresión sexual, la sentencia impone a R.G.C. otros 400 euros de multa por una falta de lesiones y cuatro años de prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la denunciante.

  • 1