El Ayuntamiento busca un plan de actuación contra el vandalismo que se ceba con las estaciones de Sevici y que IU considera "organizado". A este proyecto se incorporará en su momento la unidad específica policial, cuando ésta se cree. Mientras tanto, la Policía sólo puede actuar cuando detecta un delito, o avisar a la empresa si detecta un destrozo.
El vandalismo sigue en aumento en las estaciones de Sevici, y no sólo eso, sino que, según denuncia el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, hay grupos que actúan de forma "organizada", con unos objetivos trazados que responden a una serie de intereses, que el edil de momento no quiere concretar. Ante esta situación, IU ha llegado a plantear medidas como que haya comunidades de propietarios que custodien las estaciones próximas a sus viviendas, el establecimiento de una vía de colaboración con la Fiscalía o la elaboración de un catálogo de normas de uso de las bicis con sus correspondientes sanciones, que podrían conllevar la retirada del título de usuario.
La creación de una unidad policial específica formaría parte de este proyecto -y así estaba planteado en el programa electoral de IU-, pero el propio Torrijos admitió el pasado lunes ante un grupo de usuarios las dificultades para activar este proyecto que depende de la negociación de la Relación de Puestos de Trabajo entre los sindicatos y la Delegación de Convivencia y Seguridad que, aunque está en su recta final, acumula años de retraso, y aún no tiene un plazo para ponerse definitivamente en marcha. Mientras no se logre un acuerdo, los sindicatos no levantarán su veto a este proyecto, que ya lo dejó paralizado hace dos años, cuando el Ayuntamiento llegó incluso a adquirir una veintena de bicis y uniformes que llevan desde entonces almacenadas en las instalaciones policiales. La convocatoria de agentes voluntarios que se hizo entonces quedó desierta y hasta ahora no se ha vuelto a retomar.
Hasta que esto ocurra, en estos momentos, la Policía actúa de dos formas. Si se detecta que hay unos ciudadanos violentando una bicicleta, se entiende que éstos están cometiendo un delito -dado que cada unidad está tasada por encima de los 2.000 euros-, por lo que se actúa como en cualquier otra infracción de este tipo.
Pero lo más habitual es que los agentes se encuentren en sus rutas con una bici rota abandonada o con una estación ya vandalizada. En ese momento avisan a la empresa, y bien vienen a repararla, bien actúa la grúa municipal y la almacena el tiempo necesario en el depósito. El problema se produce cuando entre la llamada y la respuesta de la empresa transcurren varias horas e incluso días, hecho que se produce especialmente los fines de semana, según fuentes policiales consultadas.
Como media en el mes de mayo, Sevici tenía todos los días más de 600 de las 2.480 bicis de las que dispone fuera de servicio por vandalismo y cerca de 230 desaparecidas.
