Dos embarcaciones llegaron la madrugada del miércoles a Tenerife con más de 91 inmigrantes a bordo, de los que tres habían fallecido y cuatro se encontraban en mal estado de salud. En lo que va de año 360 inmigrantes han muerto en el intento de llegar a las costas españolas.
El primer cayuco fue localizado hacia las 23.20 horas del martes frente a la costa del municipio de Granadilla, y conducido al puerto de Los Cristianos por una patrullera de la Guardia Civil. A bordo había 52 varones subsaharianos, entre ellos uno que había fallecido y dos menores de edad. A las 00.50 horas llegó el segundo cayuco con 39 personas, entre ellas dos muertos. Esta embarcación fue localizada frente a la playa de Las Vistas, en Los Cristianos, y trasladada al puerto, y había dos cadáveres entre sus 39 ocupantes, todos varones y adultos. En total, necesitaron atención médica en centros de salud nueve personas, cinco del primer cayuco y cuatro del segundo, la más grave por haber sufrido la amputación de un dedo, y el resto por contusiones e hipotermias. Las fuentes consultadas indicaron que no se teme por la vida de ninguno de ellos.
Muchos no llegan. Con la muerte en los últimos días de cuatro inmigrantes cuando intentaban llegar a Tenerife, la cifra de fallecidos cerca de las costas españolas este año supera los 360. El número exacto de víctimas es difícil de contabilizar, pues la mayoría desaparece en las aguas, pero los testimonios de los supervivientes permiten hacer una aproximación.
La Guardia Civil estimaba, a finales de octubre, que la cifra total podía llegar a las 255 personas, pero teniendo en cuenta los naufragios que se han producido después, podrían superarse ya los 360. Pocos días después de publicarse el informe de la Guardia Civil, 55 inmigrantes perecieron en un cayuco que navegaba a unas 300 millas de Senegal. Uno fue hallado con vida y relató que habían iniciado su travesía hacía 21 días, con 56 personas a bordo, pero que el motor se rompió y que, a medida que sus ocupantes morían, eran lanzados al mar. De los naufragios de 2007, el peor fue el ocurrido el pasado 19 de julio en aguas del Atlántico. Los supervivientes aseguraron que fueron 88 personas las que murieron al volcar la embarcación en la que viajaban, mientras que sólo tres cadáveres fueron recuperados.
