La retirada de la multinacional Nyrstar, con sede corporativa en la ciudad suiza de Zúrich y especializada en la minería de zinc, ha convertido la reapertura del yacimiento sevillano de Aznalcóllar en un duelo entre las compañías Grupo México, en alianza con la empresa cordobesa Magtel, y Emerita Resources. O una u otra.
Panorámica reciente de la Corta de los Frailes, en el complejo minero de Aznalcóllar, hoy abandonado. / EL CORREO
La Consejería de Economía anunció ayer que Nyrstar desistía de continuar con el proceso que habrá de llevar a la explotación del yacimiento de zinc, cobre y plomo, además de cantidades menores de plata y oro. Las razones alegadas para esta espantada, y siempre según la Junta de Andalucía, eran las severas exigencias que ha de cumplir la empresa adjudicataria, en especial aquellas relacionadas con el medio ambiente.
En concreto, el departamento dirigido por José Sánchez Maldonado indicó que Nyrstar se había escudado en «las restricciones ambientales y de protección del patrimonio» impuestas por la Administración autonómica en el pliego de condiciones del concurso internacional convocado para adjudicar la mina, así como «las fórmulas técnicas propuestas para el manejo de los residuos mineros». Y tales requisitos agregó hacen que la licitación no se ajuste al tipo de proyecto que esta multinacional rastrea, y «que gravitan en torno a oportunidades más cercanas a la producción». ¿Qué está aduciendo?
Primero, que la reapertura será cara para cumplir sus condiciones verdes. Segundo, el mayor sobrecoste por el tratamiento de los escombros y residuos. Y tercero, que el complejo no tiene rentabilidad a corto plazo, al estar aún lejos de la fase de extracción, de la venta de los metales y, por tanto, del retorno de la inversión necesaria, y que sus compañías rivales han calculado en no menos de 200 millones de euros.
Eso sí, en la carta que Nyrstar remitió a la mesa concursal que se reunió ayer destacaba el empuje que la Administración andaluza está imprimiendo a la minería, «confiando en que el futuro le otorgue nuevas ocasiones para cooperar y oportunidades para el desarrollo de proyectos». Así hacía velada referencia al resto de la faja pirítica ibérica, sobre todo en la parte de Huelva.
De nuevo en Aznalcóllar, ¿cuál es el camino que habrán de recorrer las dos únicas aspirantes? A partir de ahora, la Junta de Andalucía deberá evaluar las aportaciones presentadas por la alianza forjada por Grupo México y Magtel, y en solitario por Emerita Resources, sociedad gestada por el grupo financiero y banco de negocios Forbes & Manhattan, con sede internacional en Toronto, para buscar yacimientos en España. Exigencias: solvencia técnica, anteproyecto de explotación y compromisos medioambientales. «Se valorará especialmente la calidad del anteproyecto», dijeron en la Consejería.
Concluido ese proceso se publicará una resolución convocando a las compañías seleccionadas para la siguiente fase. En ella, las empresas que hayan superado la fase anterior deberán presentar, como máximo en cinco meses, el proyecto completo de explotación «con todos los detalles técnicos, de seguridad y ambientales para el aprovechamiento de la mina». Y una vez culminado este periodo, la Consejería de Economía tendrá tres meses para analizar la documentación presentada y elegir a la compañía adjudicataria, «resolviéndose el concurso en los primeros meses del próximo año».
En el auge de la minería metálica se encuadran la apertura de Cobre las Cruces (en Gerena, Sevilla) y el yacimiento de Aguas Teñidas (Almonaster la Real, Huelva), así como el regreso «inminente» de los trabajos mineros al histórico yacimiento de Riotinto (Huelva). «Andalucía cuenta actualmente con las mayores reservas de sulfuros polimetálicos de Europa occidental», según sostuvieron las fuentes.
