Dos muertos y diez heridos, el más grave un niño de tres años, es el resultado del accidente ocurrido este mediodía al arrollar un tren de viajeros a un camión que trabajaba en las obras del AVE Madrid-Lisboa, a la altura del apeadero de Carmonita (Badajoz).
Según los datos facilitado por la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, el accidente se ha producido al invadir la vía el camión, un vehículo de gran tonelaje con volquete del tipo conocido como "dumper", por causas que se están investigando.
Los fallecidos son la viajera Olga Núñez, de 19 años, que estudiaba en Cáceres y que era miembro de la organización ecologista ADENEX, y Eduardo Durán Cidoncha, de 25 años, conductor del camión, vecinos ambos de Mérida.
Cuatro de los heridos en el accidente continúan ingresados en hospitales de Cáceres, Badajoz y Salamanca, ninguno de ellos en estado grave. Los seis restantes han sido dados de alta.
La consejera de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, María Jesús Mejuto, ha precisado que en Cáceres estaba ingresada una abuela y sus dos nietos, uno de los cuales ha sido evacuado luego a Salamanca, y en Mérida el conductor del tren.
La abuela, de 64 años, tienen una contusión torácica, está estable y su pronóstico es reservado.
Uno de sus nietos, de tres años, ha sido intervenido en Cáceres de un trauma abdominal y posteriormente ha sido traslado a Salamanca para continuar con el postoperatorio, ya que el hospital de esta ciudad cuenta con una UCI pediátrica. Su situación es estable.
Su hermano, de siete años, tiene una contusión mandibular, con fractura doble, "dos pequeñas fisuritas", según Mejuto, y está también en situación estable.
Entre los diez heridos, cinco hombres y otras tantas mujeres, estaba también la madre de los pequeños, de 39 años, una de las personas que ha sido dada de alta.
El ministro de Fomento, José Blanco, ha manifestado esta tarde en Badajoz que es conveniente ser responsable y "no prejuzgar las causas" del accidente del tren, en el que iban 15 viajeros, por lo que, a su juicio, es "prematuro" avanzar conclusiones sobre los motivos del siniestro.
Blanco ha subrayado que los protocolos de seguridad estaban "activados", pero no se sabe "si hubo algún fallo humano y, por tanto, si no se respondió a los protocolos", dado que el lugar del accidente estaba "cerrado con una cadena que se iba activando o desactivando" por un operario.
El ministro ha agregado que se desconoce "si hubo fallo humano por parte del piloto que tenía que activar o desactivar ese cerramiento o simplemente por parte de la persona que estaba al mando del camión, que pudo haber saltado ese cerramiento".
"No estamos en condiciones de afirmar cuál era la circunstancia de ese cerramiento en el momento en que se produce el accidente", ha precisado, al tiempo que ha destacado que su departamento había autorizado estas obras del AVE "de acuerdo a unas normas previamente establecidas".
En una nota remitida por ADIF y Renfe, han asegurado que el paso a nivel de obra en la zona estaba autorizado por el Ministerio de Fomento.
Blanco ha garantizado que las obras del AVE no sufrirán ningún "retraso".
Al lugar del accidente se han desplazado, además de la delegada del Gobierno, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que ha lamentado el "desgraciado accidente" en unas obras que son "para el desarrollo".
En el escenario de los hechos, el alcalde de Carmonita, Agustín Guerrero Lima, ha aprovechado para reclamar una alternativa para el paso de estos camiones de gran tonelaje en las obras del AVE por las calles del municipio.
También se han desplazado varios consejeros autonómicos, el alcalde de Mérida, Ángel Calle, y los presidentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Antonio González, y de Renfe, Teófilo Serrano, además de varios dirigentes regionales del PP -el PSOE y EU ha enviado un comunicado de pésame-.
El Ayuntamiento de Mérida ha decretado 24 horas de luto debido a que los dos fallecidos eran vecinos de la localidad.
