La grieta que alarmó a algunos asistentes al concierto de U2 el pasado jueves era fruto del desplazamiento de dos piezas prefabricadas de las gradas, de ocho metros cada una. Según el informe de los técnicos de Ayesa, dichas piezas se movieron entre 8 y 10 centímetros, de ahí que se abriesen las juntas. En quince días, según los técnicos, estarán recolocadas y fijadas.
Según el presidente de la sociedad del Estado Olímpico, Manuel Jiménez Barrios, los técnicos que revisaron la zona de la puerta N del estadio "no le dieron importancia a lo ocurrido", puesto que estas gradas prefabricadas descansan "sobre la estructura de hormigón del estadio". "No hay posibilidad alguna de rotura o de caída de ningún elemento. Es un desplazamiento ocasional que se ha producido sólo en las juntas de dos de las vigas", reiteró Jiménez Barrios.
El motivo del movimiento, según explicó, fue el paso de los camiones del montaje del escenario del concierto ofrecido por la banda de rock U2.
Un total de 140 camiones transportaron el material necesario para montar el escenario del concierto de U2, con un peso de 190 toneladas y 45,7 metros de altura, una araña que permitió a los espectadores ver la actuación desde cualquier parte del recinto. No obstante, el tránsito de estos camiones por la entrada norte del Olímpico fue lo que causó el daño en el graderío.
La banda irlandesa ofreció en Sevilla el concierto más multitudinario registrado en la ciudad, con 80.000 personas.
Los técnicos de Ayesa revisaron otras zonas del estadio, descartando que se hayan producido más movimientos. Para arreglar el desplazamiento de las dos gradas afectadas se utilizará una grúa que devolverá las vigas a su posición original y, una vez reubicadas, se colocarán pernos y elementos que fijen la viga al elemento sobre el que descansan. Según Jiménez Barrios, "en diez o 15 días estará arreglado".
El informe técnico detalla que debido al diseño del graderío, en el que las vigas de soporte de las gradas se encuentran encadenadas o machihembradas, el desplazamiento se observó "en la zona de unión o junta, descartando por lo tanto la posibilidad de rotura o grietas en la mismas". Con todo, "las vigas se encuentran en perfecto estado e intactas y no se han apreciado problemas estructurales de ningún tipo", añaden los técnicos.
Aunque el presidente de la sociedad del estado Olímpico aseguró que durante el concierto no hubo ninguna "alarma", algunos espectadores avisaron de la aparición de una grieta grande en el estadio e incluso afirmaron que escucharon el ruido.
