¿Qué niño de mediados de los 90 no se pasaba las horas pegado a la tele viendo a Oliver y Benji, sus ases del balón, o deseando que Goku, el gran ídolo de Bola de Dragón, ganara el torneo de artes marciales a Picolo? Estos pequeños se han hecho mayores y, muchos de ellos, se identifican con el término Otaku, que en Japón se utiliza para denominar a la persona interesada en el mundo del cómic manga y las series Anime. A Europa este término llega sin el tono despectivo que de allí. Tanto es así que las primeras jornadas manga de Dos Hermanas se llaman Otaku2h.
Las jornadas arrancaron ayer en la biblioteca municipal Pedro Laín Entralgo. Allí se acercaron cerca de mil personas interesadas en las actividades propuestas para este fin de semana. A lo largo de la mañana se pudo ver cómo muchos jóvenes se maquillaban con motivos orientales, e incluso algunas chicas se hicieron, en el taller de peluquería, el moño tradicional de las geishas -mujer que entretiene con canto y danza-. Muchos chicos acudieron al taller Paper Crast, que consiste en realizar figuras de muñecos recortables que luego se usan para las representaciones de teatro.
Las jornadas son, simplemente, una forma diferente de los jóvenes para pasárselo bien, aunque parece ser una afición que se suele hacer casi a escondidas. "Estas cosas les gusta a más gente de lo que se cree, lo que pasa es que no es lo habitual; no es como salir de marcha a un bar, ya que es menos común, pero el que lo prueba siempre se queda", indica David, el presidente de la asociación manga Taira, que cuenta con medio centenar de socios.
Aunque sea poco usual, también es cierto que causa expectación. Sólo hay que ver la cantidad de gente que acudió a la exhibición de artes marciales. La primera de ellas fue de aikido, una forma de lucha basada en la armonía del combate (aprovechando el peso y la fuerza del oponente), y la segunda de kenjutsu, donde se lucha con la vara de madera tradicional japonesa.
Los amantes de los cómics manga aumentaron considerablemente en España en los años 90, cuando las cadenas privadas empezaron a emitir series anime, de dibujos basados en los cómics japoneses, que engancharon a toda una generación. Series como Oliver y Benji, Bola de Dragón o Los Caballeros del Zodiaco, todas producciones niponas, eran de máxima audiencia en las tardes españolas, cuando las cadenas aún ponían producciones infantiles en horario de tarde.
Por eso, no es de extrañar que en la asociación Taira haya un amplio porcentaje de miembros de unos 25 años, ya que a mediados de los 90 eran niños que veían la tele merendando. Pero en los últimos años también vienen chicos de 14 y 15 años, enganchados, al igual que los veinteañeros, a través de las series televisivas. "La serie Naruto ha tenido éxito entre los chicos de esa edad", puntualiza David.
A la cita no le faltó nada, ni un puesto de Ramen, esos fideos instantáneos tan del gusto del país del Sol Naciente ni la exhibición de Cosplay, en la que los jóvenes se disfrazaron de los personajes anime más conocidos.
