Local

Dos jóvenes miradas sobre el momento actual triunfan en los Ateneo

Lorenzo Luengo obtiene el galardón sevillano con ‘El infierno de Dante’. Juan Soto Ivars gana el Ateneo Joven con ‘Ajedrez para un detective novato’

el 14 jun 2013 / 22:00 h.

TAGS:

ateneoLos premios Ateneo de novela, fallados ayer en el transcurso de la tradicional cena celebrada en los Reales Alcázares, han apostado este año por sendas miradas jóvenes de autores que reflejan, cada uno a su manera, los dificíles momentos actuales. El madrileño Lorenzo Luengo se alzó con el galardón, dotado con 24.000 euros y la publicación en Algaida, con su novela El infierno de Dante, mientras que en el Ateneo Joven, con una dotación de 6.000 euros, recayó sobre el murciano JuanSoto Ivars y su obra Ajedrez para un detective novato.    Un jurado presidido por Alberto Máximo Pérez Calero e integrado por Fernando Marías, Luis del Val, Miguel Ángel Matellanes, Miguel Cruz Giráldez, María Prior y José Domínguez León decidió reconocer los méritos de El infierno de Dante entre las cinco obras finalistas. Su autor, Lorenzo Luengo (Madrid, 1974), ya fue premio Ateneo Joven en el año 2009 con su novela Amerika. En la novela, un hombre despierta sin memoria en un extraño hospital  tras un accidente del que sólo recuerda una huida desesperada a bordo de un coche. Su nombre es Virgil Clyde, y aunque a medida que comienza a recobrar la memoria se recuerda a sí mismo como un genio de la neurología a sueldo de la CIA, especializado en el campo de la memoria y los sueños, los médicos que lo atienden se refieren a él como Dante Veryl, un experto en religión y política cuyas investigaciones le han arrastrado al centro de una conspiración mundial, último eslabón de una cadena de acontecimientos que se remontan a la hegemonía nazi en la Segunda Guerra Mundial y se extienden hasta el auge de los fundamentalismos islámicos en los años previos al 11-S. “La crisis actual no deja de ser una vértebra más de la columna que se ha ido cofigurando a lo largo de estos años”, aseveró el autor, quien afirma que la obra premiada “no sorprenderá a quienes leyeran Amerika, donde creo que puse el listón alto, aunque me he caracterizado siempre por buscar la originalidad en todos los sentidos”, agregó. Por su parte, Juan Soto Ivars (Águilas, 1985), obtuvo el XVIII premio Ateneo Joven con Ajedrez para un detective novato, que comienza cuando Marcos Lapiedra, el detective más legendario de la época, decide tomar como aprendiz a un joven escritor de novela policíaca. El aprendiz, ya viejo, recuerda el tiempo en que se convirtió en detective viviendo en un disparate continuo. Ninjas, calamares gigantes, pirómanos, prostitutas, esbirros, coprófagos y un sinfín de personajes pueblan este universo, “un país parecido a la España de hoy, pero exagerado”. El autor, conocido como uno de los impulsores del Nuevo drama con obras como Siberia, advierte de que esta nueva novela “no tiene nada que ver con lo anterior. Me gusta reírme de las cosas, pero hasta ahora no lo había intentado nunca en la narrativa”. “Es mi primera novela no dramática, y la primera satírica que escribo”, explicó el autor. “Este premio me alegra muchísimo y me da seguridad, porque a lo largo de todo el proceso de escritura me sentía en un terreno desconocido. La historia sale del malestar de la situación en la que estamos todos, porque una situación dramática que vive una persona da para un drama, pero una situación dramática que vive toda la sociedad da para una sátira”, aseguró.

  • 1