Dos militantes del PP vasco han dimitido en apoyo al abandono de María San Gil. El primero de ellos fue Pedro Altuna, miembro de la ejecutiva del PP de Guipúzcoa. Se va, dijo, ante la "deriva" que está llevando su partido.
En una carta abierta, titulada Gracías María, agradece a la todavía presidenta de la formación su labor y le traslada su apoyo ante la decisión de renunciar a presentarse nuevamente al cargo.
Altuna, tras denunciar que la política es "ingrata", afirma que hay "muy pocas personas íntegras". Entre ellas, cita a María San Gil, Regina Otaola o Carmen Rubio, ya que están en política "para defender lo que siempre han constituido los principios del PP y no para trepar u obtener beneficios".
También lamenta que los "leales" a la presidenta del partido "o lo que es lo mismo, a los ideales del PP", se les denomine ahora "críticos". Así, desafiante asegura que seguirá siendo "enormemente crítico con los responsables de la actual deriva a la que quieren conducir el partido". En este sentido, tilda de "incalificable" que en el partido haya un sector que, por "puro pragmatismo o por otro tipo de intereses, apueste por la ignominia".
LA SEGUNDA. Otra miembro del Comité Ejecutivo del PP de Guipúzcoa, Maribel Melgosa, anunció su abandono en una carta en la que explicaba que ante "el cambio de estrategia" de su partido se ve "en la obligación moral" de acompañar a María San Gil en su retirada. "Ante la falta de gratitud que han demostrado" los dirigentes de su partido "por alguien que ha dado tanto", dijo que ve en la "obligación moral" de dimitir.