Una avioneta se estrelló en una finca propiedad del banquero Emilio Botín en Luciana (Ciudad Real). Sus ocupantes, dos narcotraficantes que transportaban nueve fardos de hachís, cuyo peso aún está sin determinar, fallecieron en el accidente.
El siniestro se produjo a mediodía en la pista del aeródromo situada en la finca El Castaño, propiedad del presidente del Banco Santander. Dos vehículos estaban esperando para recoger la droga. Uno de sus ocupantes, que finalmente fue detenido, se dio a la fuga. El arrestado es un joven español de 22 años, A.F.C., al que se acusa de un delito contra la salud pública y tráfico de drogas. La finca está situada a la altura del kilómetro 257 de la N-430 y los servicios de emergencia recibieron el aviso del accidente a las 12.14 horas.
Las dos personas que perdieron la vida en el suceso no pertenecen a la familia del banquero. Por su parte, fuentes del Grupo Santander y de la Fundación Marcelino Botín confirmaron que ningún miembro de la familia se vio implicado en el accidente. Los agentes recuperaron, además de la droga, dos vehículos que iban a ser utilizados para transportarla.
Las dos personas fallecidas en el accidente de la avioneta son el piloto, de 28 años, identificado como H.B., y nacionalidad marroquí, y el copiloto, de 25 años, cuyas iniciales son J.F.Q.D., de nacionalidad española.
Desde los 90. El uso de avionetas para transportar droga como la que se accidentó ayer en Ciudad Real empezó a conocerse en España en los años noventa y fue a finales de esta década, en 1999, cuando la Guardia Civil desarticuló la primera red especializada en este sistema de tráfico de estupefacientes.
En aquella ocasión, los agentes detuvieron en Ciudad Real y Tarragona a los integrantes de una banda que introducía hachís en la Península, procedente de Marruecos, en una avioneta para posteriormente distribuirla por toda España.
