Dos jóvenes han muerto en la región española de Castilla y León a causa de la enfermedad de las "vacas locas", confirmaron hoy a Efe fuentes del Ministerio de Sanidad.
La última víctima mortal registrada en España a consecuencia de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se produjo en el año 2005.
Fuentes de la consejería de Sanidad del Gobierno regional de Castilla y León precisaron que los dos fallecimientos se produjeron recientemente, aunque no dieron fechas concretas.
Lo que sí aclararon es que ambos casos se detectaron antes de 2001.
Por el momento, la consejería de Sanidad ha evitado dar a conocer las provincias de la región en las que se produjeron las dos muertes, que inmediatamente fueron comunicados al Ministerio de Sanidad y a la red internacional sobre esa enfermedad.
El gobierno regional ha lanzado un mensaje de "tranquilidad" a la población para evitar que cunda la alarma.
Un portavoz de la Consejería de Agricultura y Ganadería fue el encargado de trasladar ese mensaje y de precisar, en declaraciones a Efe que, desde el punto de vista epidemiológico, las dos muertes "no tienen valor".
Alberto Rábano, jefe de la unidad de Neuropatología de la Fundación Hospital de Alcorcón (Madrid), centro de referencia de estas patologías, confirmó a Efe que los dos jóvenes fallecidos a causa de la enfermedad de las vacas locas fueron diagnosticados en febrero de 2008.
Con estos dos casos, ascienden a tres los españoles muertos a causa de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, el primero de ellos en 2005, una mujer de 26 años.
Estos dos nuevos casos ya han sido notificados al sistema europeo de vigilancia, según Rábano, quien explicó que se trata de casos "independientes".
Este experto advirtió que "no sería raro que aparecieran más casos", aunque subrayó que hay que seguir vigilando y que las cifras en Europa "siguen siendo muy bajas".
Los primeros casos de "vacas locas" se detectaron en el Reino Unido en 1985.
En 1996, el Gobierno británico admitió por primera vez la relación entre la EEB y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que afecta a humanos y que desde entonces ha provocado la muerte de 169 personas en el mundo.