Al menos 17 personas murieron ayer y otras 33 resultaron heridas en dos ataques perpetrados por suicidas contra mezquitas chiíes en Bagdad, donde sus fieles celebraban el final del Ramadán.
En el primer suceso, un suicida hizo estallar el cinturón de explosivos que portaba junto a una mezquita chií en el barrio de Nuevo Bagdad, al sur de la capital, lo que causó la muerte de 13 personas y heridas a otras 25. Los fieles acababan de asistir a la oración por el Eid al Fitr, las celebraciones que marcan el fin del Ramadán, en la mezquita chií de Al Rasul Al Adam.
Poco después, otro terrorista suicida estrelló un coche lleno de explosivos contra un puesto de control militar junto a la mezquita de Al Rasul en Zafaraniya, sureste de la capital. En este atentado murieron cuatro personas, entre ellas dos soldados, otras ocho resultaron heridas y se teme que aumente el número de víctimas mortales.
Los dos atentados coinciden con la fiesta de Eid al Fitr, que para muchos chiíes en Irak comenzó ayer mientras que para los suníes de este país se inició anteayer, ya que la comunidad chií celebra dividida la fecha religiosa.
