El grupo europeo EADS niega haber retenido información a comienzos de 2006 sobre los retrasos del programa de su avión, el Airbus A380, y que sólo a fines de mayo de ese año, cuando lo anunció, disponía de todos los elementos que llevaron a reducir la cadencia de producción.
Éstos son los principales puntos de la memoria de defensa de EADS presentada el pasado lunes en el procedimiento que la casa matriz de Airbus tiene abierta por la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia (AMF), y revelados ayer por Le Monde .
La AMF acusa a la empresa de haber escondido sus dificultades industriales, algo de lo que supuestamente se beneficiaron algunos de sus directivos para vender acciones por valor de 20 millones de euros antes del descalabro de su cotización en junio.
De acuerdo con esa línea de defensa, en marzo de 2006 la compañía no disponía de ningún elemento preciso que le permitiera prever retrasos significativos en el programa de entregas de los A380, algo que anunció a finales de mayo.
En ese momento "las dificultades del programa A380 no salían de la normalidad", de acuerdo con el texto de los abogados de la firma citados por Le Monde.
Aunque la fábrica de ensamblaje de los aviones en Toulouse había ralentizado el ritmo de trabajo desde enero, los dirigentes de EADS consideraban entonces que se podría recuperar el tiempo perdido, subrayan los letrados.
Uno de ellos puntualiza que "sólo el 12 de mayo de 2006" quedó claro para EADS que estaría obligada a aplazar el calendario de entregas para 2007, por lo que no se podría justificar una sanción contra la empresa.
La AMF acusa a EADS de no haber ofrecido una información correcta al mercado, y a siete de sus dirigentes o ex directivos, de uso de información privilegiada.
