Desde que hace ahora casi un lustro Antonio Hernández Callejas asumiera la presidencia de Ebro Puleva, la principal compañía alimentaria del país ha hecho de la localidad de San Juan de Aznalfarache, en Sevilla, su cuartel general, pues en ella radica la sede social de la filial arrocera, Herba, convertida no sólo en la división principal del grupo, sino también en la mayor envasadora de arroz del mundo.
Este liderazgo internacional y el estratégico enclave sanjuanero se podrían reforzar si la firma compra los negocios arroceros de SOS, que se han puesto a la venta y sobre los que está interesado el propio Hernández Callejas, según admitió ayer públicamente. Así, fuentes del sector agroindustrial indican que sólo Herba posee en estos momentos capacidad y experiencia suficientes como para absorber la segunda marca española de arroz, SOS.
Pese a la hegemonía de Herba en ese producto, el empresario sevillano -la familia Hernández Barrera, fundadora de la compañía de San Juan de Aznalfarache, es el principal accionista del grupo- considera que no habría problemas "de competencia", pese a que acapararía alrededor de un tercio del mercado nacional, puesto que los otros dos tercios corresponden a las marcas blancas -esto es, etiquetas de cadenas comerciales-.
Así, y a tenor de sus palabras, no habría condiciones del Gobierno a la operación, por ejemplo obligando a la división arrocera a desprenderse de activos -fábricas y marcas-.
Eso sí, el máximo ejecutivo de Ebro Puleva no se mata por comprar la marca SOS. De hecho, sus miras están más puestas en el exterior, en concreto en los estados emergentes de Europa, que en España o EEUU.
Herba opera en 23 países y es líder en la mayoría de ellos, y en algunos, como en EEUU, se solapa con las marcas de SOS. En cambio, le gusta la presencia de su rival en la Europa del Este y en México -Herba no tiene nada en Latinoamérica-.
Los arroces aportaron a Ebro Puleva una facturación de 443,20 millones de euros durante el primer semestre de 2009 (3,4% más respecto al mismo periodo del pasado año). El conjunto del grupo, que incluye lácteos, pastas y arroces -la división azucarera, germen de Ebro, se ha vendido-, registró unas ventas totales de 1.120,2 millones.
Por su parte, SOS Corporación Alimentaria registró en su rama arrocera 154,30 millones de euros en ventas entre enero y junio del ejercicio en curso, tras descender el 4,2% con respecto a los seis primeros meses de 2008. Éste no es su negocio principal, sino el de los aceites de oliva y de semillas, con Carbonell y Koipe como las marcas más renombradas.
Frente a las etiquetas blancas, Herba, que decidió hace tres años trasladar a San Juan de Aznalfarache su sede social -antes radicaba en Madrid-, prosigue su estrategia de marca. Mientras, SOS se ve obligada a desprenderse de todas las filiales no aceiteras -las de arroz, aceitunas de mesa y vinagres- para recortar su abultada deuda financiera.
Ebro Puleva, que junto con la filial arrocera ha frenado su actividad de biocarburantes, tiene pendiente el traslado de la fábrica de San Juan a un macrocomplejo industrial en La Puebla del Río.
