La red funcionaba como una cadena de montaje: cada cual tenía un cometido y la preparación, escondite y venta de la droga se distribuía de forma ordenada entre los ocho pisos de un bloque de Las Letanías que habían ocupado, a veces expulsando a sus dueños. Había incluso un sitio para consumir. La Policía Nacional ha detenido a 18 personas.
Estaban tan organizados que tenían un piso para preparar la droga, otro para guardarla y en los demás alternaban la venta para no ser descubiertos. Cada día de la semana le correspondía a una vivienda, pero no la señalaban de ninguna forma, de modo que si alguien llamaba a la puerta errónea simplemente no le abrían.
Llegaron a ocupar ocho pisos, una planta completa de un bloque de Las Letanías, obligando a los propietarios a marcharse o a venderlas a muy bajo precio con amenazas y coacciones.
Llegaron a tener en los bajos del edificio un amplio espacio para consumir, y además de personas en el exterior que vigilaban por si llegaba la Policía, contaban con gente que captaba a los compradores. El negocio funcionaba desde las ocho de la mañana hasta bien entrada la noche.
En febrero, y debido al continuo trasiego de compradores entorno al edificio, el grupo de Mediano Tráfico de Drogas de la Policía comenzó una investigación que se ha saldado con la detención de 18 personas, 14 de ellas miembros de la familia de Los Poyanca, con numerosos antecedentes por tráfico de drogas, entre otros delitos.
En esta ocasión, los investigadores llegaron a la conclusión de que no sólo vendían a los consumidores, sino que también abastecían a pequeños traficantes y a distribuidores de cocaína y heroína de zonas cercanas, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.
Trece de los detenidos han ingresado en prisión, después de que al registrar el bloque se localizaran 1,3 kilos de cocaína, un kilo de heroína, medio de hachís, 127 unidades de fármacos, instrumentos para preparar la droga y documentación sobre estos turbios negocios.
También se encontraron 23.411 euros, que se presumen obtenidos vendiendo los estupefacientes, y también joyas valoradas en 6.000 euros, que en muchos casos se usan como pago de la droga y en no pocas ocasiones son robadas.
Los traficantes disponían para su defensa de tres pistolas simuladas, una escopeta, una catana y varias armas blancas.
