Las organizaciones conservacionistas Greenpeace, WWF y Ecologistas en Acción tildaron ayer de "ridícula" la cuantía de 21,9 millones de euros impuesta como garantía a Fertiberia para la regeneración de la ría onubense afectada por las balsas de fosfoyesos y reclamaron un plan de recuperación que no se limite a "tapar con tierra" los vertidos, como recoge el informe técnico que maneja el Ministerio.
Los líderes ecologistas se felicitaron por el fin de los vertidos "tóxicos y radioactivos" originados durante 40 años por la fábrica de fertilizantes, ordenado por Bruselas, pero dejaron claro que ahora comienza un arduo trabajo, ya que en este tiempo se han acumulado 120 millones de toneladas de fosfoyesos en un área de 1.200 hectáreas. El secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, explicó que el plan de recuperación presentado por Tracsa a petición del Ministerio "está orientado solo a controlar las filtraciones y a contener las balsas pero no a recuperar las marismas como manda la Ley de Costas" y "ni siquiera tiene en cuenta el cambio climático y el aumento del nivel del mar" para esa contención. Desde Ecologistas en Acción, Francisco García, destacó que con el sellado de las balsas "solo se atenúa la dispersión por el viento de los residuos pero no la contaminación del terreno y las filtraciones que, por el peso de los materiales, están llegando a aguas muy profundas".
Los ecologistas exigen un verdadero plan de descontaminación y recuperación de la zona, así como que su importe sea pagado íntegramente por la empresa. Para ello, consideran "ridícula" la cantidad de 21,9 millones puesta encima de la mesa y de la que además, un año después de la sentencia firme que obligaba a Fertiberia a cesar los vertidos y recuperar la zona, "no ha depositado ni un solo euro".
La responsable de Greenpeace, Miren Gutiérrez, recordó que la regeneración de la zona es también una oportunidad de crear "empleo verde" y recolocar a los trabajadores afectados.
