Cultura

Ecos del Rocío: "Si las sevillanas tuvieran un concurso como el de la copla, también arrasarían"

Entrevista. El mítico grupo ofrece un gran concierto en Espartinas el próximo día 25 de julio. "Nos han pedido canciones casi a la carta: ‘A ver si le cantáis a esto o a lo otro..."

el 17 jul 2013 / 23:30 h.

33 Ecos del Rocío, más de tres décadas al pie del cañón, haciendo grande el género de las sevillanas./ Manu R. R. (Atese) 33 Ecos del Rocío, más de tres décadas al pie del cañón, haciendo grande el género de las sevillanas./ Manu R. R. (Atese) No cabe duda de que el tiempo ha pasado por Ecos del Rocío: son más de 30 años de carretera, de estidios de grabación, de promociones. Más de tres décadas de ferias y romerías, de dejarse la garganta bajo los farolillos, de buscar la emoción levantando el vello en la piel de su público, de tratar de dar una vuelta de tuerca a un género que han logrado engrandecer con sus aportaciones. No, 30 y pico años no pasan en balde. Y sin embargo, Paco, Miguel, Jesús y Juan Manuel siguen pareciendo los mismos que empezaron: gente llana, del pueblo, entregada a una pasión y siempre dispuesta a volcar sobre el escenario todo el arte que llevan dentro. Y con la misma ilusión que el primer día, como evidencia el brillo en sus ojos cuando hablan de su próxima gran cita, el próximo 25 de julio en la plaza de toros de Espartinas, un esperadísimo concierto que contará con patrocinio de El Correo de Andalucía. –Con tanta gente como hay cantando sevillanas, ¿se han preguntado alguna vez qué tienen Ecos del Rocío para despertar esos entusiasmos? –Siempre hemos tenido una personalidad propia, un sello que nos hace reconocibles. Ecos tiene un soniquete inconfundible, y si a eso le añades que tenemos una trayectoria de muchos años, se entiende que hayamos ido sumando muchos seguidores. Luego hemos cantado canciones muy sociales, muy de la gente, y eso nos ha granjeado grandes simpatías... –De eso quería preguntarles también, del compromiso de Ecos del Rocío. ¿se hace necesaria en estos tiempos, más que nunca, esa sevillana reivindicativa, peleona?   –Hemos tocado muchos temas sociales en todo este tiempo, y es verdad que a la gente le gusta tener su canción, como reconocimiento y como apoyo. Con el tiempo, ese compromiso ha sido otro de nuestros sellos, y llegó un momento en que nos bajábamos de los escenarios y nos pedían canciones casi a la carta, los estudiantes, los bomberos, todos nos decían “a ver si le cantáis a esto o a lo otro”... Naturales de Rota (Cádiz), estos  amigos de la infancia se unieron para cantar en los primeros años 80, hasta que se interesó por ellos la entidad cultural Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos, que los patrocinaría durante tres años. En 1984, pidieron un préstamo en el banco para editar su debut discográfico, Mi Rocío. Poco después pasaban de ser sexteto a la definitiva y actual formación de cuarteto, y en 1988 firmaron con el sello Senador, con quien irían lanzando un disco por año, y al que siguen vinculados hoy.   –Ustedes han sido testigos, a lo largo de su trayectoria,  de infinidad de cambios en el mercado discográfico. ¿Cómo han vivido todas esas grandes transformaciones? –La verdad es que sí, hemos visto toda la evolución que ha tenido el disco. Conocimos el paso del cassette y el vinilo al CD, que fue muy fuerte, pero lo que ha terminado por cambiarlo todo ha sido la informática, y sobre todo la irrupción de las redes sociales. –Y también la piratería... ¿Cómo creen que les ha afectado? –Te pondré un ejemplo muy claro: empezamos con el primer disco en el año 84, a partir de ahí tuvimos una carrera ascendente, hasta que en el 92 obtuvimos nuestro primer disco de oro. Así seguimos siendo disco de oro durante 12 años, luego fuimos platino y al año siguiente de nuevo platino... Ahora hace diez años que no conseguimos disco de oro, a pesar de que el número de copias exigidas ha bajado. Pero vender discos se ha puesto cada vez más difícil, y la piratería no ayuda tampoco a lograr esos objetivos. –¿Cuál es la salud actual de las sevillanas? ¿Creen ustedes que le iría bien al género una revitalización mediática, por ejemplo como la que ha tenido recientemente la copla? –Creemos que el secreto de la buena salud de las sevillanas es que se han ido renovando en profundidad, a diferencia de la copla, donde siempre se cantan las mismas canciones de los mismos compositores. Es cierto que las sevillanas han tenido últimamente mucho apoyo, la televisión les ha dado un impulso muy fuerte. Las sevillanas siempre han meneado a mucha, muchísima gente. Si tuvieran un concurso o algo parecido, estamos seguros de que arrasaría también. El problema es que no hay una apuesta valiente por el género, muchos la tienen ahí, como asustada, y siguen creyendo que es música para cantarla en un corral. –¿Creen que eso también ha influido en los últimos tiempos?  –Nosotros no nos podemos quejar, siempre nos han llamado las televisiones, entre otras cosas porque damos audiencia. Pero sí nos gustaría pedirle a los responsables de los medios de comunicación que no vuelvan la espalda a nuestras raíces. Uno de los grandes problemas actuales es que ya nada es como antes, cuando grababas un disco, y en cada pueblo había una emisora de radio con una audiencia que te cagas, que te pinchaba el disco entero. Cuando llegó La nuestra [Canal Sur], Radiolé cogió la sartén por el mango... Y ahí se perdió mucho. Sea como fuere, el repertorio de hits de Ecos del Rocío es inagotable: Mi pequeño Manolillo, El Abuelo del patio, Acurrúcame contigo, El rey de la carretera, Nueve lunas, José el Marinero, Ama de casa, Señora, Hablando solo, El abuelo, El camionero, Las 50 primaveras, Cogí la manta por un pico, María, Hermanos, Los cuatro piropos, Hermano pasa de ella... Una producción que se debe en su mayor parte a la pluma de Miguel Moyares, a la sazón miembro del cuarteto, quien ha ido a lo largo de los años abarcando un abanico de temas asombroso: el amor y el desamor sempiternos han compartido espacio en sus discos con la lucha cotidiana de los padres de familia, el azote de las drogas y en definitiva todo aquello que pasa en la calle y con lo que convivimos cada día. Mensajes que han sabido combinar como pocos con la diversión y el baile. –Siempre han tenido fama de ofrecer directos potentes. ¿Qué va a encontrarse el público que acuda a verles a Espartinas? –Ante todo, van a encontrarse un recorrido por las canciones de los 30 años que llevamos, pasando por todos nuestros éxitos. Y, además, haremos bastantes temas de nuestro último disco, Toda una vida, además de rumbas, notas de humor, fandangos, un garrotín, chistes rapeados por sevillanas... Queremos que sea un espectáculo para todas las edades. –¿En sus conciertos se dan cita los fieles que les siguen desde sus comienzos, junto a sus hijos y hasta sus nietos? –Sin duda, de hecho ponemos siempre sillas para el público más veterano, y siempre hay también gente joven que viene a pasárselo en grande. Tenemos la suerte de tener un público muy fiel: quien es de Ecos, lo es a muerte. Incluso podemos decir que hemos enganchado a mucha gente a la que no le gustaban nada las sevillanas, gracias a nuestro estilo diferente, que hace que las sevillanas suenen como canciones. tenemos arreglos instrumentales como cualquier tema pop. –¿Llevan siempre a sus músicos, nada secuenciado? –Absolutamente, cada concierto es diferente y no podemos secuenciar nada, porque somos imprevisibles. Ofrecemos un espectáculo. Y en concreto tenemos muchas ganas de acudir a nuestra cita en Espartinas, porque llevamos siete u ocho años sin aparecer por el Aljarafe, y ya toca. Lo que aseguramos es que quienes vengan van a echar un par de horas que no se les van a olvidar nunca.

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