La presentación del tradicional ciclo de noveles de las noches de los jueves del mes de julio tomó un signo inesperado a preguntas de los periodistas. Si en la puesta de largo de los polémicos carteles de la pasada Feria los empresarios optaron por guardar silencio en torno a la traumática ausencia de Morante de la Puebla, El Juli, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante, en esta ocasión optaron por hacer un llamamiento a la paz ofreciendo un nuevo marco de diálogo sin mirar para atrás.
No ha habido ningún paso al respecto aunque supongo que el tiempo lo cura todo y andando la temporada (los toreros) podrán ver y valorar más fríamente las consecuencias del paso que dieron en su día, señaló Canorea. Nosotros nunca hemos cerrado la puerta a ninguno de ellos y la guerra no debe durar eternamente, precisó el empresario sevillano asumiendo su propia cuota de responsabilidad en un conflicto que estalló al menos públicamente- a raíz de las abruptas declaraciones vertidas en un almuerzo con la prensa especializada que se había convocado para valorar la anterior temporada.
Fui el primero que hablé y no voy a culpar a nadie nada más que a mí de haber iniciado esto, reconoció Canorea, que se mostró conciliador al añadir que también he dado síntomas de que tenía las puertas de la plaza abiertas y de que no quería echar más leña al fuego. Quiero que se arregle porque la fiesta no está para estas volteretas. El co-gerente de la empresa Pagés abundó en el tema afirmando que ahora toca desandar el mal camino andado. Espero que lo hagan; nosotros estamos con los brazos abiertos, remachó el empresario que fue apostillado por su cuñado Ramón Valencia, que comparte con él la gerencia de la plaza de toros de Sevilla con un todo se arreglará.
La prensa especializada también hizo eco de algunos rumores que situarían al propio alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, en una posición operante para tratar de acercar las partes en conflicto. Aunque Canorea explicó que no tenía ningún tipo de noticia al respecto aseguró que el regidor sabía que la opción de esta empresa sólo pasa por arreglarlo lo más pronto posible. En ese sentido añadió que no me extrañaría que el alcalde hubiera empezado por la parte más urgente. Tenemos que cerrar este capítulo absurdo y si se ha puesto manos a la obra se lo tenemos que agradecer porque es el alcalde más sensible a los toros que hemos disfrutado en los últimos años.
El empresario del coso maestrante finalizó su intervención renovando su apuesta por una pronta resolución del conflicto: ojalá ese empeño sirva para firmar los contratos que es para lo que estamos. Los torero lo tienen muy fácil. Sólo tienen que mandar a sus apoderados diciendo que están dispuestos a torear en Sevilla, cada cual con sus circunstancias y en conversaciones normales. Nosotros estaríamos encantados y no pensamos mirar hacia atrás.
