Poco antes de la medianoche, la escritora Carmen Posadas abría la plica final del ganador y confirmaba en el Palau de Congresos de Cataluña lo que empezaba a ser un secreto voceado en webs y telediarios horas antes de la concesión oficial del galardón: Eduardo Mendoza, barcelonés de 67 años, se alzaba con los 601.000 euros del premio Planeta 2010 con la novela Riña de gatos, Madrid 1936. Mendoza recibió el premio de manos de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, y en presencia del president de la Generalitat, José Montilla, y del presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara.
El novelista era el escritor que se escondía bajo el seudónimo de Ricardo Medina para presentar un libro que recrea la historia de un joven inglés, experto en pintura española antigua, que viaja a España para la tasación de un Velázquez hasta ese momento desconocido
En el texto, Mendoza, un autor que ha cultivado en sus escritos una prosa cargada de ironía y humor, abandona los escenarios de su Barcelona natal y sitúa la acción de su relato en el Madrid convulso y desordenado de la primavera de 1936.
“No se trata de una novela sobre la Guerra Civil”, subrayó el escritor sobre el atril instalado en el escenario, y ya con el premio en sus manos. “Es una novela de intriga y de misterio, en el que hay aventuras, amores y tiros, pero en la que también hay una reflexión sobre un momento histórico”. En cualquier caso, se aleja de los relatos más mordaces del autor: “Quiero creer que es un libro serio, que plantea dilemas morales”, insistió un Mendoza dispuesto a reconocer que siempre escribe libros sin saber cómo siguen. “En realidad, los escribo para saber cómo acaban”, concluyó entre las carcajadas de los invitados al acto.
Segunda en las preferencias del jurado fue una periodista y escritora cuya trayectoria está ya jalonada de premios de referencia en el mercado literario español. La valenciana Carmen Amoraga (Picanya, 1969), ganadora de un Ateneo Joven y finalista del Nadal, repite este último puesto y se lleva 125.000 euros con la novela El tiempo, mientras tanto, firmada con el pseudónimo conradiano de Lord Jim y que relata las vivencias de una mujer que rememora su pasado y las relaciones tormentosas que vivió con su hija tras un accidente de tráfico que deja a esta última postrada en una cama en estado de coma.
“Mi novela es muy coral”, aseguró la escritora, que dedicó la novela a su abuelo -“un pastor que no sabía leer y que hoy hubiera flipado con lo que me está pasando”- y contó la génesis de su libro: “Surgió cuando estaba embarazada. Pensé en mi hija y reflexioné sobre qué pensaría ella de mí cuando se hiciera mayor. Si me vería como una mujer o sólo como una madre, que es lo que nos pasa a todos”. “Mi novela es en definitiva una novela sobre las segundas oportunidades y sobre la oportunidad de dar marcha atrás y reconducir tu vida”.
La decisión sobre quiénes se alzaban con los premios recayó en un jurado compuesto por Carlos Pujol, Alberto Blecua, Ángeles Caso, Pere Gimferrer, Rosa Regás, Carmen Posadas y Juan Eslava Galán. Ahora, a los ganadores les espera una promoción agotadora que les llevará por casi todas las capitales del país. Un regalo promocional y mediático que, en ocasiones, sólo en ocasiones, los escritores agradecen incluso más que la propia, y sustanciosa, dotación del premio.