Educación ha diseñado el esquema del nuevo Bachillerato para el próximo año que permitirá a los repetidores de 1º coger algunas asignaturas de 2º en lugar de tener que matricularse otra vez del mismo curso completo. Primero de Bachillerato es la bestia negra del sistema escolar. Es el curso en el que el 43% de alumnos se estanca y donde el 37% decide abandonar.
El próximo curso el Bachillerato será distinto al de este año. Hasta ahora constaba de dos años, uno de adaptación tras la ESO y otro de preparación para el examen de Selectividad. Educación ha desarrollado un decreto en el que añade un curso intermedio entre 1o y 2o de Bachillerato al que podrán agarrarse los repetidores -quienes hayan suspendido más de dos asignaturas el primer año-. El repetidor seguirá siendo alumno de 1o, pero en lugar de volver a matricularse de todo el curso completo, como hacen ahora, tendrá la posibilidad de coger sólo las materias pendientes y ampliar su matrícula con hasta tres asignaturas de segundo.
El nuevo decreto de Bachillerato, que acaba de entrar en periodo de alegaciones, hace que los cursos sean más flexibles y se aproxima más al modelo de estudios universitario que al de la ESO. Entre la obligatoria y la postobligatoria hay un abismo en el que caen la mayoría de los estudiantes al intentar saltarlo. El 43% repite curso. Se frustra, se desmotiva, pierde seguridad y autoestima, se cansa y el 37,1% abandona, deja los estudios y se busca un trabajo. Un porcentaje que trae de cabeza a la administración educativa, porque es más del doble de la media europea. El Gobierno y la Junta han buscado una fórmula que se adapte a la realidad diversa de los alumnos de Bachillerato, que tienen ritmos de aprendizaje distintos y que, después de 13 años de enseñanza obligatoria, están hartos y prefieren ponerse a trabajar.
El curso puente o "de permanencia" hace que el Bachillerato pueda terminarse en tres o cuatro años, en lugar de en dos, y se aproxima más al modelo de estudios de la universidad que de la ESO. Aunque el alumno no pasará a 2o hasta que no termine de aprobar las que tiene pendiente del primer año.
Modelo universitario
Es un Bachillerato a dos velocidades. El alumno podrá gestionar sus estudios y compatibilizar las materias pendientes de 1o con otras de 2o que le permitirán avanzar en su especialización. Sin embargo, no podrá elegir cualquier asignatura. Por ejemplo, no podrá matricularse de Lengua si en 1o no ha aprobado Lengua ni de ninguna materia relacionada con alguna de las que haya suspendido.
Educación dejará en manos de los institutos la selección de las materias de 2o que se ofertarán para los repetidores de 1o. Antes de que arranque el curso, el centro ya tiene que saber cuáles son las asignaturas que más han suspendido los alumnos del primer año para no ofertarlas. La única condición que la Junta les ha puesto a los institutos es que oferten dos materias comunes y dos específicas de la especialidad que van a estudiar -Humanidades y Ciencias Sociales; Ciencias y Tecnología y Artes- para que los estudiantes puedan avanzar en su especialización.
La elección de estas asignaturas es crucial, porque el baile de alumnos entrando y saliendo puede complicar la organización de los horarios en los institutos. ¿De dónde se saca hueco para los nuevos horarios? ¿Habrá suficientes profesores? ¿Habrá demasiados alumnos? Esto es lo que trae de cabeza a los sindicatos de profesores, que creen que faltan recursos para gestionar el nuevo Bachillerato.
Lo normal es que los repetidores salgan del aula de 1o y se metan en la de 2o, sin problema de que se dispare la ratio ya que en segundo año ya faltan los alumnos que no han pasado de curso. Sin embargo, es posible que los repetidores de varios primeros conformen una clase completa, para lo cual la Junta se compromete a enviar a más profesores a los institutos que lo necesiten para evitar que se dispare la ratio.