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Educación exige a madres solteras el domicilio paterno para obtener plaza

Cinco madres solteras perdieron sus puntos por domicilio familiar al inscribir a sus hijos en el colegio porque el padre no estaba censado en la casa. El problema, según Educación, es que existe un vacío en la definición de lo que es familia monoparental.

el 20 sep 2009 / 20:34 h.

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Olivia, una de las madres que no ha podido matricular a su hijo en el colegio que quería.
La Delegación Provincial de Educación de Sevilla ha dictado una resolución que obliga a las madres solteras y separadas a acreditar dónde reside el padre de sus hijos y por qué no está empadronado con ellos, como requisito necesario para lograr plaza en un centro escolar.

La resolución, a la que ha accedido El Correo, le retira los puntos por domicilio familiar a tres madres solteras, pese a que la Policía y el padrón habían corroborado sus datos, "pues se constata que no está empadronado el padre de los menores dentro de la unidad familiar cuyo domicilio se alega para obtener puntuación, sin que sea una familia monoparental, ni se justifique fehacientemente esta circunstancia relativa a la unidad familiar". En la práctica, la retirada de estos 10 puntos supuso la expulsión de los tres niños del colegio público antiguo Padre Manjón, en el que habían sido admitidos antes de ser acusados por otros padres de haber falsificado los datos de sus matrículas.

La resolución ponía fin a la vía administrativa e instaba a las madres a recurrir en los juzgados. Pero se topó de bruces con el consejo escolar del colegio, que enseguida arropó a las afectadas y obligó a reabrir el proceso administrativo, acusando a Educación de dictar "una resolución discriminatoria, porque reclamaba a madres solteras una documentación añadida que no contemplaba la ley ni se exigía a otro tipo de familias". Las madres presentaron un recurso donde calificaban de "sorprendente y no ajustado a derecho" que les quitaran los puntos por domicilio familiar por no haber explicado dónde vivía el padre de sus hijos.

El decreto de escolarización vigente sólo exige acreditar el domicilio que el niño comparte con su tutor legal, en este caso las madres, pero no obliga a explicar dónde vive el otro progenitor en caso de ser una pareja separada. En el recurso, las tres madres dijeron que la resolución de la delegación hacía una "interpretación diabólica y antijurídica", "que se separa de lo previsto expresamente en la norma, y resultaba manifiestamente discriminatoria, transgrediendo el principio de igualdad previsto en el artículo 14 de la Constitución". Y añadían: "La condición de madre soltera que convive con sus hijos sin el padre supone un gravamen que le impide estar en igualdad de condiciones con otras situaciones familiares".

El problema tiene dos claves: uno, que no todas las madres solteras encajan en la definición de familia monoparental. Y dos, que Educación necesita que se presenten como tal, aunque legalmente no lo sean, o que justifiquen dónde vive el padre.

El pulso entre Educación y las madres y el consejo escolar del Padre Manjón duró hasta un día antes del inicio del curso. La delegación terminó readmitiendo a dos niños y dejando fuera al tercero. Pero, a partir de aquí, las familias decidieron hacer público todo el litigio, "pensando que más madres solteras podían haber sufrido la misma discriminación".

Según la Junta, este año han retirado los puntos por domicilio a "cientos" de parejas en las que el padre y la madre aparecen empadronados en sitios distintos. "Hay que justificar por qué uno de los dos progenitores no aparece empadronado en la matrícula del alumno, si no podemos darle los puntos por domicilio", explica el delegado de Educación, Jaime Mougan. Esta explicación es la que las madres solteras consideran "discriminatoria". "Ha habido cientos de casos así, sobre todo en la escuela concertada, pero están más acostumbrados y no se escandalizan tanto", asegura el delegado.

En el caso de las tres madres solteras del Padre Manjón, la misma resolución confirma que su domicilio era el que acreditaron en la matrícula y que, en efecto, viven con sus hijos. "A través del padrón suministrado por el INE y por los informes de la Policía, se señala como correctos los domicilios de los denunciados". Esto bastó para lograr plaza en primera instancia. Pero después Educación expulsó a sus hijos porque detectó "anomalías en la matrícula", aunque a toro pasado la delegación reconoce que las mujeres solteras son víctimas de "una perversión del sistema y de cómo está redactada la normativa de escolarización". "El concepto de familia monoparental nos da problemas porque no está bien definido.La casuística le gana siempre a la normativa", admite Mougan.

Al rellenar la solicitud de matriculación para sus hijos, las tres madres no se declararon familia monoparental y dejaron esa casilla en blanco. Este criterio otorga dos puntos en el baremo escolar, pero según la Ley de Fiscalidad Complementaria, una familia monoparental es aquella en la que una persona vive sola con sus hijos. Esto quiere decir que si en el mismo domicilio reside otro adulto, la Junta no lo considera monoparental. Según esa definición, ninguna de las tres madres podía justificar ese concepto, porque una comparte piso con su hermana, otra con su madre enferma y la tercera con su nuevo novio. De modo que ninguna rellenó esa casilla porque de haberlo hecho habrían incurrido en fraude escolar.

A esto se añadió otra complicación: la firma de los padres aparecía junto a la de las madres en la matrícula, y eso hacía dudar acerca de la supuesta soltería de las mujeres. Las tres mantienen "excelentes relaciones" con los padres de sus hijos, y por eso firmaron la matrícula. Pero con esos datos, Educación tenía por delante "una solicitud con contradicciones": la madre convive con su hijo, pero no se declara familia monoparental, y el padre no vive con la madre, pero firma como tutor, aunque la tutela sea de su ex mujer. Al final la delegación expulsa a sus hijos porque "presupone mala fe". "¿Cómo sabemos que son madres solteras? Más bien parecía una unidad familiar normal y entonces hay que preguntarles dónde está empadronado el padre", dice Mougan.

La Junta les quitó puntos por no explicar dónde vivía el padre y ellas lo tacharon de "discriminatorio". "¿Por qué tengo que acreditar el domicilio paterno si soy madre soltera y tengo la tutela de mi hijo como dice la Policía? ¿Dónde está escrito que la norma de escolarización en caso de parejas separadas obliga a justificar dónde se ha ido a vivir el padre?", se preguntan.

El delegado defiende que, para las parejas separadas, se pida el domicilio del padre aunque la madre tenga la tutela del niño, pero también reconoce que "puede haber dudas". "Hay casos que justifican no poder acreditar dónde está empadronado el padre: si trabaja en el extranjero o en otra ciudad". Las madres creen que en ningún caso es justificable tener que explicar a la administración por qué el padre ya no vive con ella y su hijo.

El decreto de escolarización dice que "se considerará como domicilio el habitual de convivencia de los padres, madres o tutores legales del alumnado". Pero, ¿qué ocurre con las madres solteras, separadas, parejas de hecho...? En estos casos, la norma obliga a mirar quién tiene la tutela de los hijos, que según el Código Civil, es aquel que convive con el niño.

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