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Educación para la miseria

"Debería haber clases sobre pobreza, miseria o violencia de género". Con esta contundencia se expresó el juez Garzón, que hizo un hueco en su agenda para viajar a Sevilla a hablar de eso: de pobreza y miseria. De todo lo que veja al ser humano y merma los Derechos Humanos.

el 15 sep 2009 / 04:51 h.

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"Debería haber clases sobre pobreza, miseria o violencia de género". Con esta contundencia se expresó el juez Garzón, que hizo un hueco en su agenda para viajar a Sevilla a hablar de eso: de pobreza y miseria. De todo lo que veja al ser humano y merma los Derechos Humanos.

El magistrado de la Audiencia Nacional inauguró las actividades de la Cátedra en Interculturalidad y Derechos Humanos, concedida por la Unesco a la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA).

Para "localizar" su exposición sobre la "cultura de paz", dijo Garzón, utilizaría ejemplos de actualidad. Acudió a lo concreto y habló, entre otras cosas, de Educación para la Ciudadanía.

La crítica. El juez comenzó situando su discurso en un mundo en el que más de seis millones de niños menores de cinco años mueren por causas evitables. En ese mundo, dijo, una de las herramientas para defender los Derechos Humanos es la educación.

"Debería haber clases sobre pobreza, miseria y violencia de género", opinó. Y en este sentido calificó de "arriesgado" que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dude de la asignatura Educación para la Ciudadanía, una materia "básica".

Los asesinos. El tema del día fue sin duda el terrorismo. "Hemos guardado demasiados minutos de silencio", lamentó Garzón, para asegurar que "la mayor garantía" frente a quienes sólo entienden de bombas es "la aplicación de la ley, sin atajos".

El juez expresó sus condolencias a la familia del último guardia civil asesinado por ETA, Juan Manuel Piñuel, y abogó por revisar las leyes antiterroristas y endurecer las normas.

El medio ambiente. Las agresiones al medio ambiente no están catalogadas como crímenes de lesa humanidad, pero es algo que, según Garzón, se acabará estableciendo por los actores dedicados a la defensa de los Derechos Humanos. Como ejemplo puso al Tíbet. Y explicó que la erosión de la meseta tibetana por la indiscriminada explotación de recursos naturales está subiendo la crecida de los ríos asiáticos y provocando inundaciones mortales.

El juez criticó que "las agresiones al medio ambiente afectan a la salud de millones de personas y la responsabilidad no está definida a nivel internacional".

Inmigración. Baltasar Garzón se mostró especialmente indignado con la propuesta de directiva sobre repatriación de inmigrantes que la UE ha presentado a los países miembros. Dijo que es "exagerado" ampliar los plazos para el retorno a 18 meses y criticó duramente que países como Italia -"tiene mucho que ver la victoria de Berlusconi", dijo-, no acepten la propuesta porque quieren medidas aún más estrictas.

La lacra. Al hablar de Derechos Humanos, Garzón no pudo evitar aludir a la violencia machista. Avaló sin fisuras la decisión del Constitucional que permite elevar la pena en este tipo de agresiones en los casos en los que el agresor sea un hombre. "Es un hecho que la posición de los hombres es dominante", sentenció.

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