La Consejería de Educación modificó un artículo del reglamento de escolarización para evitar que dos hermanos obtuvieran plaza en colegios distintos, algo que hasta este mismo año seguía ocurriendo. Al poner el criterio de hermanos por encima del resto de requisitos para acceder a un colegio, la Junta buscaba facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, evitando que unos padres tuvieran que llevar a un niño a una escuela y a su hermano a otra. Pero el nuevo decreto de escolarización no tiene carácter retroactivo, así que una vez se hubo aprobado, la pregunta era: ¿cómo podemos ampliar los nuevos derechos a los hermanos que ya están matriculados y estudian en colegios distintos?
Educación ha introducido una directriz de última hora en el proceso de escolarización, abierto hasta finales de marzo, con el objetivo de corregir las deficiencias del último reparto de plazas, que posibilitaba el que dos hermanos fueran a escuelas separadas. En una disposición adicional décima, la consejería plantea una fórmula para enmendar aquella situación: "con el fin de agrupar a los hermanos que estuviesen matriculados en centros diferentes", en el mes de septiembre Educación reservará las vacantes que queden en los colegios donde estudia alguno de los dos hermanos, y le ofrecerá dicha plaza al otro para que puedan estar juntos. "Es un plus de garantía. Ampliamos la prioridad de los hermanos en la reserva de vacantes para el próximo curso. Así afianzamos más la reunificación de hermanos, no sólo para los alumnos de nuevo ingreso, sino también para los que ya están matriculados y no se pudieron beneficiar del nuevo decreto", explicó ayer la directora general de Planificación educativa, Elena Marín Bracho.
Para introducir esta posibilidad en la orden que desarrolla el decreto de escolarización, la consejería asegura no haber hecho ninguna estimación del número de hermanos que todavía, en el presente curso, estudian en colegios separados. "Habría que haber hecho un rastreo por apellidos, y eso ni siquiera nos garantizaba que fueran hermanos. No creemos que sean muchos los afectados, pero sabíamos que persistía esa posibilidad", dice Marín. Partiendo de las denuncias de los padres el curso pasado, algunos sindicatos calculan que en cada provincia hay más de 50 alumnos que estudian en un centro distinto al de sus hermanos. Pero esto no deja de ser una estimación intuitiva, porque ninguna delegación de educación admite haber elaborado una lista de los hermanos que estudian separados. "Cuando termine marzo sabremos cuántos piden cambiar de escuela para entrar en la de su hermano", explica uno de los delegados provinciales.
Los padres que quieran beneficiarse de esta fórmula y reunificar a sus hijos en un mismo colegio tendrán que solicitar una plaza de forma ordinaria durante este mes. La delegación le reservará el puesto escolar en septiembre, si queda una vacante. "Las familias tienen que solicitarlo, porque la administración no lo va a hacer de oficio", apunta Marín. Con el decreto de escolarización actual se garantizan los 13 puntos por hermanos en los niveles de entrada (Infantil de 3 años), pero lograr plaza en un curso intermedio es más complicado porque los puestos escolares se consolidan de año en año. Es previsible que los 25 niños que ocupan silla el primer año de Infantil vuelvan a ocuparla el segundo y el tercero. No obstante, si de un curso al siguiente quedase una plaza libre, la vacante se le ofrecería inmediatamente a la familia que ya tiene a un hijo matriculado en dicho centro.
El nuevo decreto que regula la admisión de alumnos, aprobado hace pocos meses, dio prioridad absoluta en el baremo escolar al criterio de hermanos en el centro. Adquiría más importancia (13 puntos) que la cercanía del domicilio familiar al colegio (10 puntos), de modo que la consejería anunció que ya no habría ninguna posibilidad de que a dos hermanos les asignaran escuelas distintas. Pero la casuística, como apuntan los propios delegados, "siempre encuentra el modo de burlarse de la normativa".