La situación del conflicto en Afganistán se le ha enconado al presidente de EEUU, Barack Obama, en un caso similar al que le ocurrió a su antecesor George W. Bush en Irak. La escalada de violencia apunta a que la situación puede tardar años en controlarse, tal y como ocurrió en Bagdad.
El jefe militar de la OTAN en Afganistán, el general estadounidense Stanley A. McChrystal, lo acaba de advertir. Ha remitido al Departamento de Defensa de EEUU un informe en el que asegura que si no recibe más tropas la misión puede fracasar, según informó ayer el diario The Washington Post.
El comandante de las tropas estadounidenses y de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) había recibido el encargo de remitir su evaluación de la situación en Afganistán tras la destitución el pasado mayo del anterior jefe militar estadounidense, general David McKiernan. Según el documento citado por el diario, el fracaso a la hora de “doblegar la ventaja de los talibanes a corto plazo, mientras madura la capacidad de la propia seguridad afgana, implica el riesgo de no poder ganar nunca a la insurgencia afgana”.
El informe remitido al secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, es sometido a análisis en la Casa Blanca por el presidente, Barack Obama y sus asesores, según el rotativo. Pese a la descripción de la gravedad de la situación, el alto mando militar estadounidense sostiene que “el éxito aún es asequible”.
No obstante, McChrystal reitera que una “rápida y genuina estrategia contrainsurgente” no es posible sin refuerzos militares e insiste en el riesgo de derrota.
Para el jefe militar de la ISAF y las tropas norteamericanas desplegadas en Afganistán, los talibanes son un “enemigo sofisticado y con poderío que emplea la propaganda moderna y sistemáticamente recluta miembros en las prisiones, donde incluso planea sus operaciones”.
McChrystal, según funcionarios del Departamento de Defensa citados por The Washington Post, tiene preparada la petición de nuevas tropas y más medios en un informe distinto, pero aguarda instrucciones del Pentágono.
Seis años en irak. La invasión en Irak por parte de EEUU causó una división entre las grandes potencias dado que algunas eran contrarias a la invasión (Francia, Bélgica, Alemania, Rusia, China mientras que otras se alienaron sin reserva alguna al lado de Bush como Reino Unido, Polonia, España y Portugal. Desde 2003, las tropas norteamericanas han estado presentes en Irak hasta el presente año.
El problema afgano no es nuevo para el Gobierno de Obama. El pasado mes de Febrero, el consejero de Seguridad Nacional del país, James Jones, reconoció durante la conferencia de Munich de la OTAN que se habían cometido errores en Afganistán. El consejero señaló que se reconocieron demasiado tarde los problemas en la región, por lo que no se comenzó a tiempo con la reconstrucción de la Policía y del sistema jurídico.
Entonces, Estados Unidos también reconoció ante la comunidad internacional fallos en la coordinación internacional al igual que no se había hecho todo lo suficiente en la lucha contra la droga en el país asiático.
