M.R.R.
Se llama James Maki, tiene 59 años y es desde ayer el segundo norteamericano y la sexta persona en el mundo en recibir un trasplante de cara. Maki realizó ayer en Washington su primera comparecencia pública desde que fuera operado en el Brigham and Women's Hospital de Boston (Massachusetts) donde fue intervenido el pasado 9 de abril, informa Efe. Maki perdió su nariz, el labio superior, las mejillas, el paladar así como los músculos y los nervios de su cara tras caer sobre un raíl electrificado en el metro de Boston en 2005, el mismo año en que el Hospital de Amiens realizaba a Isabelle Dinoire el primer trasplante de cara en la historia de la cirugía.
Maki aseguró que durante años no se había atrevido a salir a la calle porque la gente retrocedía al verlo. Ayer, aunque compareció aún con el rostro hinchado y admitió que tendrá que someterse a más operaciones, aseguró sentirse con la esperanza de recuperar una "vida normal".
La operación duró 17 horas. Maki fue presentado por Bohdan Pomahac, que dirigió el equipo de médicos que llevó a cabo la operación. Pomahac desveló la identidad del donante, Joseph Helfgot, y agradeció a su mujer, Susan, presente en la sala, la generosidad de la familia para que Maki recuperara su rostro.
En Andalucía la administración no dará a conocer la identidad ni del donante ni del receptor del rostro. La característica más compleja de una operación de este tipo es que consiste, en realidad, en decenas de microoperaciones para implantar, a veces uno a uno, capilares, vasos sanguíneos, músculos y huesos.
"sólo Quería ver al nuevo jim". El paciente, que hasta ahora ha permanecido en el hospital durante el proceso de recuperación, contó que tuvo que esperar cuatro días después del trasplante para verse en un espejo. "Sólo quería ver cómo era el nuevo Jim", aseguró. Y dirigiéndose a los médicos dijo: "No me puedo creer que me hayan hecho tan parecido a como era".
Según explicaron los médicos, el tono de piel del donante era parecido al de Maki y los dos tenían la misma edad. El paciente ha sido informado acerca de los riesgos asociados a la operación a través de un proceso que duró años, según el médico.
Con anterioridad a la operación, el hombre visitó a psiquiatras, algo que continuará haciendo de manera frecuente, afirmó Pomahac.
Este es el segundo trasplante de cara que se realiza en EEUU después de la que se realizó en diciembre en la Clínica Cleveland, Ohio, a Connie Culp, cuya identidad también fue revelada a principios de este mes.
