En rueda de prensa, Carney explicó que Washington podría reducir la ya de por sí limitada cooperación militar con Libia y que EEUU apoyará la expulsión del país norteafricano de la ONU. EEUU coordina la imposición de sanciones multilaterales con sus aliados, especialmente la Unión Europea (UE). Otras de las medidas que se estudian incluye la imposición de un embargo de armamento y la congelación de fondos del régimen. Dentro del proceso de coordinación, el presidente estadounidense se reunirá el lunes con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la Casa Blanca, apuntó el portavoz.
Horas antes la Unión Europea ultimó un acuerdo sobre las sanciones a Libia que incorpora también un embargo de armas y de material antidisturbios, así como la congelación de activos y la prohibición de entrada en territorio europeo para el coronel Gadafi y su entorno implicado en la brutal represión contra los manifestantes. Mientras tanto, la Comisión Europea decidió destinar tres millones de ayuda humanitaria para atender las necesidades básicas de los ciudadanos libios y refugiados que están huyendo a los países vecinos, especialmente Túnez y Egipto. España aportó 30,5 toneladas.
La OTAN tampoco cerró un listado de medidas pero el secretario general de la Alianza Atlántica, Andrers Fogh Rasmussen, comunicó que la OTAN seguirá "vigilando de cerca" la situación y continuará en contacto con otras organizaciones de cara a estar "preparados para cualquier eventualidad".
Y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó la violencia empleada por las fuerzas libias para reprimir las manifestaciones antigubernamentales y lanzó una investigación internacional para aclarar la atrocidades cometidas y que podrían constituir crímenes contra la Humanidad.
