A este Sevilla se le va la cabeza con facilidad, con mucha facilidad, sobre todo en defensa, esa defensa alocada y goleada, la cuarta que más ha encajado en la Primera división. Quizás tenga que ver el perfil de algunos de sus futbolistas, cuya capacidad de concentración durante el partido representa una auténtica montaña rusa. En este capítulo de ‘cabezas locas’ podemos incluir a jugadores como Cáceres, Fernando Navarro, Dabo, Zokora, Romaric incluso Luis Fabiano y hasta Negredo. Tienen calidad, son válidos, en algunos casos extraordinariamente válidos, pero difícilmente mantienen la misma sobriedad mental durante los 90 minutos. De ahí algunos tantos encajados de manera infantil en los últimos encuentros.
Si ya con facilidad se quebranta la concentración de los futbolistas sevillistas, con una eliminatoria estrella de semifinales de la Copa del Rey ante el Real Madrid a la vuelta de la esquina las posibilidades aumentan. La polémica de ‘Mou’ y los árbitros y la maquinaria mediática madridista acaban por distraer a todo el mundo.
A todos menos a uno deberían distraer, Gregorio Manzano. El técnico sevillista, entre crítica y crítica a Mourinho, recordaba el partido de esta tarde ante el Levante. Pretende el técnico de Bailén que la motivación, la concentración, la seriedad y la efectividad mostrada por su equipo en los grandes duelos, como el del pasado miércoles ante el Villarreal, o como el del Borussia Dortmund, o incluso el partido del Santiago Bernabéu, se repita sistemáticamente en cada encuentro. Ese es su trabajo, convencer a los suyos que cada partido es importante y sacar la motivación para partidos tan sencillos a priori y comprometidos después como el de hoy ante el Levante.
Ya llegaron aquí equipos como el Racing, el Deportivo, el Getafe y el Almería, entre otros, en difíciles situaciones y se llevaron puntos, y el Levante encaja a la perfección en ese papel de víctima que se convierte en verdugo. Es penúltimo en la clasificación, sólo ha ganado un partido fuera de casa, tiene importantes bajas y el Sevilla viene de elevar su moral gracias a la Copa del Rey.
Pero Manzano no quiere más sorpresas. La segunda vuelta tiene que ser un lavado de cara para su equipo y desde el primer partido el Sevilla debe mandar un mensaje a los de arriba. Un mensaje de recuperación.
A lo clásico. Olvídense del sistema de cinco defensas del miércoles. Manzano lo descartó ayer y recordó que ese “no es el estilo del Sevilla”. El estilo del Sevilla es jugar con dos extremos, con delanteros e ir “a por el rival”. Es decir, que el técnico recuperará su dibujo clásico, con extremos y delanteros. Quizá incluya algún cambio en el centro del campo y arriba, y también en la defensa –Alexis está sancionado–, pero la clave estará en la seriedad que otorgue el Sevilla al choque.
