Casi siete de cada diez andaluces no fuman, una cifra que va creciendo de forma lenta pero continua, sin embargo no por ello se libraban de tragar humo. Y es que más del 30% de los ciudadanos, fumadores o no, reconocen estar diariamente expuestos al humo del tabaco de otros en transportes y lugares públicos.
Desde hoy está prohibido fumar en todos los lugares públicos y en espacios al aire libre como parques infantiles, alrededores de hospitales y colegios o zonas de ocio próximas a centros escolares o donde pueda haber menores. El Gobierno endurece así la Ley Antitabaco que aprobó en 2006.
La medida busca desincentivar el consumo y proteger también a los llamados fumadores pasivos. El tabaco está directamente relacionado con 10.000 muertes al año en Andalucía de fumadores y 600 de no fumadores.
Según la última Encuesta Europea de Salud, del 30,65% de andaluces que está expuesto al tabaco en lugares públicos, un 10,22% soporta el humo de los cigarrillos entre una y cinco horas al día, un 17,81% menos de una hora cada día y un 2,62% más de cinco horas diarias. No es el único sitio donde los andaluces aspiran un aire cargado. Pese a que desde 2006 la ley ya prohibe que se fume en oficinas y despachos, un 11,78% afirma que está expuesto al humo, más o menos horas al día, en su lugar de trabajo cerrado. El tercer ámbito, en el que resulta imposible que el Gobierno intervenga legalmente, es la propia casa, donde un 25,9% dice respirar humo de tabaco ajeno.
La Junta apoya el endurecimiento de la ley, una de las más restrictivas de Europa, aunque inicialmente propuso al Gobierno central hacer una excepción con los locales grandes que habían realizado inversiones para adaptar espacios separados de fumadores y no fumadores (los pequeños elegían sí permitían o no y el 95% optó por dejar), un argumento coincidente con una enmienda popular que a punto estuvo de incluirse en el texto pero que finalmente fue rechazada. La Junta habló de compensaciones fiscales para los que hicieron obras pero no hay propuestas concretas.
La patronal estima que la reforma de la ley costará mil millones de euros a los hosteleros andaluces y prevén el cierre de 4.700 empresas y la pérdida de 22.000 puestos de trabajo (150.000 en todo el país), así como una caída del 10% en el volumen de un negocio que, recuerdan, se ha visto muy castigado por la crisis. Salud esgrime una encuesta de la Sociedad española de médicos de familia según la cual el 83,7% de los andaluces afirma que iría igual o más a locales de ocio sin humos.
Al margen de polémicas entre los argumentos sanitarios y los económicos, el consumo de tabaco está en retroceso aunque a un ritmo lento. Salud reconoce que al año siguiente de la ley de 2006 hubo una bajada y luego repuntó. El 50,44% de los andaluces mayores de 16 años afirma que nunca ha fumado, a los que se suman un 18,68% de exfumadores, en total el 69,12% de la población (en la Encuesta Nacional de Salud de 2006 era el 69,05% y en la de 2003 el 67,31%). Curiosamente, mientras el porcentaje de los que nunca han fumado ha bajado dos puntos desde 2003, el cómputo global de no fumadores ha subido por el aumento de exadictos.
El tabaco sigue atrayendo al menos la curiosidad y cada vez a edades más tempranas. La media del primer cigarrillo se sitúa en los 16,8 años aunque un 28% de menores de 14 años ha fumado alguna vez. Pero crecen los que lo prueban y lo dejan (en 2003 los exfumadores eran un 14,89% yen 2006 un 17,62%).
Del lado de los amigos del tabaco, hay un importante descenso entre los fumadores diarios (del 30,4% en 2003 al 28,82% en 2006 y al 26,65% actualmente) pero no todos se convierten en exfumadores, porque el porcentaje de fumadores ocasionales ha ido en aumento (en 2003 representaban el 2,29% y en la última encuesta son un 4,23%).
Además, entre los fumadores empedernidos, la mayoría consume más de 20 cigarrillos al día (41,96%), una cajetilla entera; un 35,18% se fuma entre 10 y 19 cigarros y un 22,86% entre uno y nueve.
Los fumadores son ya minoría pero quienes resisten lo hacen con creces. El tabaquismo se trata médicamente como una adicción y Salud tiene en marcha varios programas de deshabituación, tanto individuales como grupales e incluso con tutores a distancia para no caer en la tentación. A partir de hoy, fumar también tocará el bolsillo. Hacerlo en un sitio prohibido puede costar de 30 a 600 euros.
