C. Rengel / L. Blanco
La primera huelga de jueces de la historia de España logró un seguimiento del 38% entre los profesionales de Sevilla, lo que supone tres puntos más que la media nacional. Por eso y por la total ausencia de incidentes, las dos asociaciones convocantes hablaron de "éxito" y de "triunfo de la libertad" frente a las presiones que, dicen, les llegan desde el Gobierno.
Toda huelga es una guerra de cifras, por eso poco tienen que ver los datos oficiales con los aportados por el comité. Los primeros, del presidente de la Audiencia provincial de Sevilla y el juez decano, apuntan a que casi cuatro de cada diez profesionales dejaron de trabajar para exigir al Gobierno con su paro más medios y, sobre todo, más modernos. La cifra es similar a la de Baleares, Galicia y Madrid, entre las siete más altas de España. Los segundos, de las asociaciones convocantes -Francisco de Vitoria y el Foro Judicial Independiente-, afirman que el seguimiento fue del 69% en la provincia y del 40% en la capital, lo que hace una media del 54,5%. "Teníamos miedo a los expedientes y las sanciones después de que se haya puesto en duda nuestro derecho a la huelga, pero al final el de hoy es un día de triunfo para las libertades. Esperemos que las autoridades tomen nota y conciencia de nuestros graves problemas, de que lo que pedimos es justo", apuntó el portavoz del comité de huelga, el juez de Instrucción 18, Óscar Sainz. Si de nada sirve el paro, avisa, irán de nuevo a la huelga el 26 de junio, y esta vez con el respaldo de las cuatro asociaciones profesionales.
Los datos oficiales constatan un seguimiento en Sevilla superior en tres puntos a la media nacional, de un 35% (1.621 jueces), según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), quien eludió responder sobre si sancionará o no a los huelguistas. Así, según el presidente de la Audiencia, Damián Álvarez, fueron 38 los profesionales que pararon en la capital -entre ellos, ocho de lo Penal, seis de lo Social, tres de lo Contencioso Administrativo, 11 en Instrucción, siete en Primera Instancia-, 18 en la provincia y ocho en la Audiencia; ninguno de los 30 magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) se sumó a la protesta.
La mayoría de los profesionales permaneció en sus despachos para atender los servicios mínimos, que se cumplieron "con total profesionalidad", según el juez decano, Federico Jiménez Ballester. "La jornada ha sido tranquila, los jueces han acumulado trabajo en otros días y se fijaron pocos juicios. No ha habido incidencias reseñables", dijo.
El decano, que no hizo huelga pese a pertenecer a la asociación Francisco de Vitoria, sí acudió a la concentración de más de 300 personas que se celebró a mediodía ante la Audiencia. En ella se leyó un comunicado, apoyado por jueces, fiscales y funcionarios, en el que se lamentaba el "deterioro" de la Justicia, se exigía la "efectiva y urgente" aplicación de la oficina judicial, la incorporación de nuevas tecnologías en las bases de datos, la interconexión de los juzgados, el registro informático común el incremento de la inversión estatal y autonómica y la convocatoria de, al menos, 250 plazas judiciales anuales durante cinco años. Las reivindicaciones salariales, finalmente, quedaron al margen.
No apareció en dicha concentración el juez de lo Penal 1, Rafael Tirado Márquez, sancionado por su dilación en aplicar la condena a Santiago del Valle, presunto asesino de la niña Mari Luz, un caso que encendió a la judicatura y dejó al descubierto la carencia de medios de la Justicia española. Tirado no estuvo en su despacho, pero según fuentes judiciales tampoco se puso legalmente en huelga, pues no avisó al decano -como era preceptivo- para que se le descuente el sueldo de este día. En la protesta, sin embargo, sí estuvieron tres de los primos del magistrado, según informa Efe: Juan Márquez, presidente de la Sección Quinta de la Audiencia; Ángel Márquez, presidente de la Sección Tercera; y Rafael Márquez, magistrado de la Sección Segunda. La mayoría de los jueces eludió pronunciarse sobre la huelga con nombres y apellidos, no así el juez de familia Francisco Serrano, quien exigió al Gobierno "que se deje de hipocresía" y ponga "más medios". "Lleva ya 10 años toreándonos y ahora saca actitudes dictatoriales ante una huelga legal", afirmó.
Éxito en Córdoba y Málaga. Las cifras oficiales del TSJA señalaron que en toda Andalucía fueron 217 los jueces en huelga, lo que supone el 29,7% de los 730 en ejercicio, un dato que sitúa a Andalucía en undécimo lugar en el ránking ofrecido por el CGPJ. La diferencia con los datos aportados por los presidentes de las audiencias provinciales, que sumaban 259 (35,4%), la justificó el Alto Tribunal andaluz en que su recuento no incluía a "aquellos magistrados y jueces que aunque invocando secundar la huelga, han asistido a sus destinos". Las asociaciones convocantes, por su parte, cifraron el seguimiento en la comunidad en torno al 70%.
No obstante, unas y otras cifras dejaron claro que el paro tuvo especial éxito en Málaga y Córdoba donde más de la mitad de los jueces no fueron a trabajar. En el extremo contrario se situó Granada, con un seguimiento del 14% según el TSJA y del 17%, según los datos de la Audiencia. En esta ciudad se encuentra la sede central del Alto Tribunal andaluz, cuyo presidente, Augusto Méndez de Lugo, mostró su rechazo a una huelga que considera ilegal y apeló a la "responsabilidad". De hecho, tampoco en las salas del TSJA ningún magistrado secundó el paro. Dos provincias andaluzas, Cádiz y Jaén, no habían convocado una huelga y sólo celebraron paros parciales y concentraciones que contaron con un "seguimiento masivo", según sus decanos. En toda Andalucía se sucedieron concentraciones con una asistencia superior al seguimiento del paro.
