El próximo 6 de febrero se celebrará, ante jurado popular, el juicio al anciano de 80 años que mató a puñaladas a su esposa en el domicilio familiar, en un suceso que ocurrió el 4 de mayo de 2007 en la barriada Madres Carmelitas. Por estos hechos, la Fiscalía le pide 25 años de cárcel y 24.000 euros de indemnización para la hermana de la fallecida, al no tener descendientes directos.
El escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, asegura que el acusado, A.A.O. "había planeado desde hacía tiempo matar a su esposa", por lo que tomó una navaja plegable de 9 centímetros de hoja, la escondió en su bolsillo y se sentó junto a ella en el sofá de la salita el día de los hechos.
Sobre las 22.00 horas, "de un modo sorpresivo y hallándose su esposa echada en el sofá completamente desprevenida", le asestó 20 puñaladas en el cuello, sostiene el fiscal.
Durante la "brutal agresión del acusado", según la Fiscalía, la mujer trató de defenderse y por ello sufrió varios cortes, a la vez que pedía a su esposo que se detuviese aunque éste, "sin importarle el sufrimiento de su esposa, continuó asestándole navajazos".
Cuando cometió el crimen, el procesado sufría una depresión que, "sin embargo, no afectaba a sus capacidades intelectivas ni volitivas", según el fiscal, que solicita para él la pena máxima: 25 años de prisión, ya que considera que se produjo la agravante de parentesco y de alevosía.
