Los alquileres son una de las principales fuentes del fraude fiscal en Andalucía. En concreto, el 75,3% de los arrendamientos localizados en la comunidad se escapan del control del fisco. Sólo se trata de una de las patas que alimentan la economía sumergida en la región, calculada en 36.744 millones.
Estas estimaciones, realizadas por el colectivo de Técnicos Financieros del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha), nacen de la extrapolación del dato nacional, por el que la economía sumergida en España se estima actualmente en el 23% del Producto Interior Bruto (PIB). Este porcentaje, traspasado al ámbito andaluz y donde el PIB regional se cuantifica en 146.979 millones, da como resultado que la economía sumergida en Andalucía supone al menos esos 36.000 millones de euros, sin tener en cuenta especificidades y peculiaridades de la comunidad.
Gestha indicó que la bolsa de fraude en España, tanto por fraude fiscal como a la Seguridad Social, supera los 200.000 millones de euros, el 23% del PIB. De esta forma, Andalucía puede aglutinar el 17,7% de la economía sumergida de España.
Los alquileres sumergidos son una de esas fuentes de fraude, de manera que Gestha estima que el 75,3% de los arrendamientos localizados en Andalucía "son alquileres sumergidos que escapan del control del fisco", lo que sitúa a la comunidad andaluza como la quinta región con mayor porcentaje de arrendamientos no declarados, según un estudio realizado por este colectivo. En la actualidad, se calcula que existen alrededor de 167.380 alquileres sumergidos en Andalucía, lo que representa el 17% del total del parque de viviendas alquiladas en España.
El informe de Gestha -elaborado a partir del cruce de los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF)- cifra en 278,2 millones anuales las rentas sumergidas en Andalucía derivadas del arrendamiento de vivienda, excluyendo alquileres relacionados con garajes, locales, solares, oficinas y otros.
