Rafael Iriondo, a hombros, lleva la Copa tras aquella final contra el Athletic. Alabanda aparece a la izquierda.
El reloj transcurre a veces con tanta velocidad que no permite tomar conciencia del tiempo que hace que ocurrieron determinados acontecimientos. El Betis ganó su primera Copa del Rey, también la primera que vio desde el palco Juan Carlos I de Borbón, el 25 de junio de 1977. Han pasado 37 años, toda una vida. Hay un abismo entre aquel Betis de jugadores y directivos con patillas, de aficionados que casi pudieron ver la mítica tanda de penaltis a pie de césped, de periodistas hablando con futbolistas con la finalísima aún en marcha. Pero por esas cosas del fútbol y el Betis también hay factores en común casi cuatro décadas más tarde. En este caso, aquella quinta que dio a la hinchada verdiblanca una de las mayores alegrías de su vida vuelve a estar de moda, ya que varios de sus componentes o están vinculados de nuevo al club o suenan para estarlo en los próximos días. Desgraciadamente, este aniversario también obliga a guardar luto por aquella plantilla campeona. Han sido cuatro las pérdidas sufridas en el último año: el presidente, José Núñez Naranjo, y tres jugadores: el holandés Gerrie Mühren, Antonio Benítez y Sebastián Alabanda.
La presencia del Betis del 77 en el Betis de 2014, dentro del club o en el entorno, es una constante desde hace meses. El ejemplo más evidente es la importancia de Rafael Gordillo en el devenir de los acontecimientos verdiblancos desde diciembre de 2010, cuando la jueza Mercedes Alaya puso fin a la etapa de Luis Oliver y el exjugador fue nombrado administrador judicial. Ahora es director de Relaciones Institucionales y presidente de la Fundación. En aquella temporada 76-77, Gordillo empezó en el filial y acabó en el primer equipo. En la Copa no jugó la final, ni ninguna eliminatoria previa a las órdenes de Iriondo, ya que había jugado con el B y por tanto estaba incapacitado para hacerlo con los profesionales.
Juan Antonio García Soriano, el extremo derecho de aquel equipo que ganó al Athletic en el estadio Vicente Calderón, trabaja en la ciudad deportiva y suele aparecer en actos sociales en peñas. Por desgracia para él, además de ir como amigo también ha tenido que representar al Betis en los funerales de Benítez y Alabanda.
En el Betis también ha estado trabajando durante la segunda mitad de la temporada el argentino Eduardo Anzarda, que llegó a Heliópolis en 1973 y se marchó en 1980. También formaba parte de aquel plantel que dirigía Rafael Iriondo, aunque no pudo jugar la final porque se lesionó en las semifinales. Anzarda fue el segundo entrenador de Gabriel Humberto Calderón.
Cardeñosa (derecha), el lunes con Gordillo, Del Pozo y el periodista Manolo Rodríguez.
No están en el Betis, pero pueden estarlo en los próximos días o semanas, dos de los titulares aquella noche del 25 de junio. Uno es Julio Cardeñosa, que ya ha sonado para consejero, para miembro del comité asesor que pretendía crear Alabanda y por último como aspirante a la dirección deportiva. El 'Flaco' acudió anteayer a la presentación de un libro sobre Manuel Simó junto a Rafael del Pozo (suplente en la final, entró en la segunda parte y metió un penalti en la tanda) y destacados miembros del consejo de administración.
El otro es Javier López, autor de los dos goles que permitieron al Betis sobreponerse a otras tantas ventajas del Athletic. También fue requerido por Alabanda para ayudarle en su tarea y a continuación fue sondeado como posible sustituto del cordobés dentro del consejo.
También es el primer aniversario que el gran héroe de aquella noche, José Ramón Esnaola, vive fuera de la entidad. El exguardameta, exentrenador y ex preparador de porteros se retiró una vez concluida la campaña 2012-13, con el Betis clasificado para Europa.
ANIVERSARIO LUCTUOSO El trigésimo séptimo aniversario es el más triste de todos cuantos se han conmemorado. Antes de 2013, la única pérdida (gran pérdida) que hubo que lamentar fue la del histórico masajista Vicente Montiel, fallecido en 1999. En el último año, en cambio, se han marchado cuatro protagonistas de aquel Betis de finales de los 70. El primero fue el entonces presidente, José Núñez Naranjo, que dijo adiós el 29 de junio de 2013, es decir, cuatro días después del 36º aniversario. Era el socio número uno. El siguiente fue el holandés Gerrie Mühren, que se fue el 19 de septiembre del año pasado, con 67 de edad. Titular en la Liga, no jugó en la Copa porque la legislación futbolística de entonces reservaba la competición sólo a españoles. En 2014 se despidieron Benítez, que víctima de una larga enfermedad se rindió el 19 de febrero; y Alabanda, que lo hizo el 10 de junio, poco después de aceptar el cargo de consejero para asuntos deportivos.
