Aunque no se rige exclusivamente por las reglas del mercado, la economía social no es inmune a la crisis. Cooperativas y sociedades laborales forman parte de esas pymes a las que se dirigen las medidas de la Junta para inyectarles liquidez pero el 80% no ve que estén siendo efectivas. Un 44,3% del sector tiene problemas con los bancos.
La Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía (CEPES) ha pulsado los efectos de la crisis con un sondeo sobre 634 empresas del sector realizado este mismo mes. El resultado revela que aunque "esta crisis mundial ha sido generada por una forma de hacer empresa basada en el egoísmo y la avaricia desmesurada que nada tiene que ver", según el vicepresidente de CEPES, Francisco Moreno, el sector sufre igualmente los efectos. Un 61% de los empresarios encuestados dice que le está afectando igual que a las sociedades mercantilistas, e incluso un 25,6% cree que más.
Las cooperativas y sociedades laborales (más de 13.000 en Andalucía que aportan el 13% del PIB) son parte de esas pymes que dominan el tejido empresarial andaluz y a las que la Junta ha querido dirigir sus planes anticrisis -el CES criticó ayer que no consultara a los agentes sociales- mediante avales y fondos que inyectan liquidez a las cajas para que fluya el crédito a las empresas (hoy se sumarán 235 millones de fondos europeos del programa Jeremie). Sin embargo, el 60% de las empresas de economía social desconoce estas medidas y entre el 40% que sí sabe de su existencia, ocho de cada diez consideran que no están siendo eficaces ni suficientes porque el dinero "no está llegando a donde tiene que llegar", señaló Moreno.
El 44,3% del sector reconoce tener problemas con los bancos, fundamentalmente para acceder a créditos (88%). Así, el 53% carece de liquidez (afecta más a las cooperativas y a la construcción y la industria), si bien un 51% dice haber perdido clientes (sobre todo las sociedades laborales y los sectores de agricultura y servicios).
"Estamos viendo empresas solventes, viables, que siempre han sido buenos pagadores y que están teniendo dificultades para obtener cantidades no excesivamente grandes", destacó Moreno. Por ello, exigió "instrumentos financieros públicos que garanticen que ese esfuerzo que está haciendo la administración llegue a las empresas".
Respecto al futuro, el 45,8% cree que la situación no mejorará hasta pasado 2010, aunque las sociedades laborales son algo más optimistas que las cooperativas y por sectores, la industria (la agricultura es el más pesimista).
Situación personal. Un segundo sondeo, a partir de 1.202 entrevistas realizadas en enero a ciudadanos, refleja que se ve peor la economía general que la propia. Más de la mitad (51,2%) cree que la situación económica de Andalucía es mala o muy mala y un 44,3% vaticina que irá a peor. Pero al preguntar sobre su economía personal, sólo el 21,8% la califica de mala o muy mala y la mayoría (42,5%) la considera regular e incluso un 35,6% buena o muy buena. El 55,5% cree que en 2010 seguirá igual, un 26,1% que mejorará y un 18,3% que empeorará.
Para Moreno, "existe cierto pesimismo generalizado" que retrae el consumo, lo que agrava la crisis, "pero cuando se desciende a la situación de cada uno, no es tan acuciante". De hecho, un 55,1% afirma que no tenido que tomar medidas frente a un 44,9% que sí, fundamentalmente reducir gastos. Sólo un 30,4% piensa que su empleo peligra y entre los parados (el 18% de la muestra), el 49,5% confía en encontrar trabajo en los próximos seis meses.
