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El 86% de los violadores que sigue terapia en prisión no reincide al salir

El último delito cometido por el segundo violador del Eixample el pasado miércoles ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas en el sistema judicial. Los jueces hacen cumplir la ley, y la ley permite que esté en la calle a pesar de que en 1992 fue condenado a 65 años de prisión.

el 16 sep 2009 / 02:53 h.

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El último delito cometido por el segundo violador del Eixample el pasado miércoles ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas en el sistema judicial. Los jueces hacen cumplir la ley, y la ley permite que esté en la calle a pesar de que en 1992 fue condenado a 65 años de prisión.

Si Alejandro Martínez Singul, nombre real de este violador catalán de 42 años, hubiera accedido a recibir terapia en prisión para intentar no volver a reincidir, su problema psíquico podría ser mucho menor del que actualmente es. Según el último estudio que maneja Instituciones Penitenciarias, la tasa de reincidencia entre personas que no siguieron terapia fue del 46%, mientras que la de presos tratados fue del 14%.

Actualmente, Instituciones Penitenciarias tiene un programa de tratamiento psíquico y psicológico implantado en 35 centros penitenciarios de todo el país. Arrancó en 2005 pero no cuenta con un presupuesto específico ya que está desarrollado por los profesionales de cada uno de los penales. Desde que comenzó hasta marzo del presente año, los diversos tratamientos han sido realizados por un total de 540 internos -en febrero de 2009 había 2.600 condenados por delitos sexuales en España, tanto agresiones como abusos-.

Según confirmaron fuentes de Instituciones Penitenciarias, estos programas duran más de un año y no implican ningún tipo de beneficio penitenciario para el interno que lo realiza. Los estudios que maneja IP, tanto nacionales como internacionales, señalan que la reincidencia se reducen considerablemente en las personas que han seguido estos programas.

Además, los delincuentes sexuales reinciden mucho menos que el resto. Un estudio reciente publicado en Cataluña -única comunidad autónoma del país que tiene transferidas las competencias en esta materia- señala que el índice de reincidencia en estos delitos es del 5,8%, mientras que en el resto de delitos es del 37%.

Uno de los psicólogos que dirige estos programas en la cárcel de Jaén, José Rubia, explicó que para que los presos puedan acceder a estas terapias de reinserción tiene primero que reconocer tanto su delito como su problema. "Hay muchos presos que no lo reconocen, por lo cual no se les permite acceder a los programas específicos", explicó. Respecto a la metodología que siguen con los penados, relató que primero informan a los presos en privado de las posibilidades que le ofrece la Administración para evitar que reincidan cuando salgan en libertad, y ha de ser en privado "porque los delitos por agresiones o abusos sexuales están muy mal vistos dentro de la cárcel, entre el resto de los compañeros.

La mayoría ocultan por qué están en prisión y suelen decir que están por robo o droga", aclaró Vera. Los presos también han de saber leer y escribir y han de tener poco tiempo de condena, aproximadamente 4 ó 5 años. Los internos que aún tienen muchos años entre rejas por delante deberán esperar.

Una vez admitido en la terapia, el reo se somete a una serie de charlas con los expertos que van haciendo su historial "laboral, social y delictivo". Les pedimos, continuó Vera, que nos los cuenten "absolutamente todo desde su infancia, y siempre van apareciendo hechos que nos llevan al origen del problema del preso", relató el experto. "Y un dato revelador es que muchos de los presos de este tipo han sufrido abusos cuando eran niños", anunció. A raíz de ahí, y una vez que los profesionales tienen sobre la mesa el diágnóstico, comienza el tratamiento en sí para trabajar sobre las emociones, los comportamientos violentos, mecanismos de defensa, prevención de la recaída, así como darle indicaciones para que cuando estén el libertad adquieran unos hábitos de vida que le permitan alejarse lo más posible de sus problema para no delinquir.

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