Era el mejor secreto guardado por la madre biológica de Iván y Sara. Tras ganar la batalla en el Constitucional su herencia ascendía a 1,7 millones, de los que su abogado percibirá un tercio, es decir, 592.852 euros. El hijo pequeño de Carmén Fernández recibirá 79.252 euros.
Carmen Fernández no pudo disfrutar de la indemnización que ganó a la Junta de Andalucía por la retirada irregular de sus dos hijos, Iván y Sara, porque le llegó un mes después de su fallecimiento. A partir de ese momento la incógnita era el reparto de la cuantía entre sus herederos, entre los que están dos hijos mayores, fruto de un matrimonio anterior, y cuya custodia también le fue retirada.
La que más recibirá de la herencia será Sara (713.272 euros); mientras que el abogado de Carmen, Gabriel Velamazán, percibirá 592.852 euros en concepto de minutas. Una cantidad que podría aumentar hasta los 967.583 euros si alguno de los herederos impugna el reparto o algunos de los pleitos judiciales que aún tiene en pie el letrado, ya que es lo que, según el abogado, debería cobrar.
De esta forma, el letrado se lleva un tercio de la herencia frente a los 79.252 euros que percibirá Iván, el hijo por el que Carmen tanto peleo, y que, al contrario que su hermana Sara, decidió no volver con su madre. El hijo pequeño de Carmen, de 16 años, cobrará la misma cantidad que sus dos hermanos mayores, y que se corresponde con el mínimo legal.
El testamento, al que tuvo acceso Efe, establece que el psicólogo que trató a Carmen cobrará 20.344 euros, otros 1.200 euros un psiquiatra, 22.727 la albacea testamentaria y 16.000 euros para los procuradores judiciales. Asimismo, y según fuentes consultadas por este periódico, Carmen también dejó en su testamento unos 30.000 euros para su madre y la misma cantidad para su hermano.
Carmen Fernández ganó el pleito en el Tribunal Constitucional, después de que la Junta de Andalucía recurriera la indemnización de 1,7 millones que le había otorgado la Audiencia Provincial, cuya resolución anulaba una anterior del Juzgado de Familia número 7, en la que fijaba una compensaciñon de 72.670 euros.
La indemnización venía a resalcir la imposibilidad de revocar el desamparo de sus dos hijos, dictado en el año 1996, debido al alcoholismo de Carmen. Los niños tenían entonces cuatro y cinco años. En 1998, ambos fueron declarados en acogimiento preadoptivo, comenzando a vivir con una familia de Dos Hermanas -cuya abogada no ha querido hacer ninguna declaración-.
En este tiempo, Carmen logra varias sentencias a su favor y en 2004 Sara decide irse con ella a Madrid. Poco después se emancipa de su madre y se marcha a la República Dominicana, donde fue ingresada en un centro de menores por problemas con la Justicia. Desde julio cumple condena en Madrid.
