Las cajas de ahorros españolas están acelerando sus procesos de fusión y es que hay prisas porque, a partir de enero, la Comisión Europea quiere cortar los fondos de reestructuración financiera y analizar una por una cada operación. Y todas quieren tener cerrado el asunto antes.
La reordenación del sistema financiero que en España protagonizan las cajas de ahorros vivió ayer un nuevo impulso en el que las fuerzas políticas abogaron por una fusión de las gallegas y Caixa Penedès y Caixa Laietana aprobaron, en sendos consejos de administración, iniciar un proceso de unión. Esto fue justo un día después de que el consejo de administración de Cajasol autorizara a su presidente, Antonio Pulido, a mantener conversaciones con Caja Guadalajara e iniciar una fusión fría.
Los consejos de administración de Caixa Penedés y Caixa Laeitana dieron su visto bueno a iniciar los pasos que llevarán a una fusión de ambas entidades y que supondrá la creación de la novena caja de España por volumen de activos.
La entidad catalana resultante tendría unos 32.000 millones en activos y sería la más pequeña de Cataluña, después de que primero hayan afrontado su fusión las cajas de Terrassa, Girona, Manlleu y Sabadell y de que también hayan hecho lo propio las de Catalunya, Tarragona y Manresa. Además, la caja resultante tendría una plantilla de cerca de 4.000 trabajadores y una red de más de 900 oficinas, sobre la que se tendría que hacer un ajuste, ya que hay duplicidades.
En cuanto a las gallegas, altos directivos de Caixa Galicia y Caixanova mantuvieron ayer una reunión en la consejería regional de Hacienda con el fin de intentar consensuar posturas, mientras que la Xunta, el PSOE y el BNG acordaron que la "galleguidad y la solvencia" son los criterios innegociables a partir de los que se decidirá el futuro de estas cajas.
