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El acusado de matar a su ex dice que ella se golpeó por accidente

El argentino supuestamente arrojó un fajo de billetes sobre el cadáver de la víctima tras asfixiarla

el 20 jun 2011 / 14:12 h.

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Tranquilo, sereno, frío e incluso bromeando. Así se mostró durante su declaración el argentino acusado de asfixiar a su pareja en octubre de 2007. Mariano Cristian Beade no perdió la compostura en ningún momento, rompiendo su silencio para decir que todo fue un "accidente", pues ella se golpeó con la cama mientras él dormía. Negó que la golpeara y que la asfixiara por celos, pues ambos tenían "una relación abierta".

En el juicio con jurado, que comenzó ayer, Beade se esforzó por "dejarles claro al jurado que fue un accidente", al que se dirigía con toda soltura. Incluso se atrevía a preguntar y a rebatir a los abogados porque sus "pregunta está mal planteada", lo que ya hizo que la presidenta del jurado le instara a limitarse a contestar.

Las acusaciones, por contra, sostuvieron que el argentino, de 34 años, mató a Sara Rubio, una profesora de 32 años, por "celos" después de que en su ordenador, que fue localizado con la pantalla rota, viera fotos de un chico con el que Sara estaba "iniciando una relación", según contó su hermana. En cambio, Beade defendió que rompió la pantalla "para que el seguro nos diera uno nuevo" y que incluso lo hizo de acuerdo con ella. "Estábamos borrachos y tonteando le dije vamos a romperlo", dijo entre risas.

La versión del acusado de lo que ocurrió la madrugada del 13 de octubre de 2007, un puente del Pilar que Beade aprovechó para visitar a Sara en su casa de Bellavista en la que vivía con su hermana y otra chica, es que después de mantener relaciones sexuales, él se encontró mal porque había bebido "y me duele el hígado cuando bebo". Entonces fue al baño, y al volver se echó a los pies del colchón que ambos habían tirado al suelo. Más tarde "Sara se levantó y me cogió del brazo para levantarme, pero estaba muy mal y le dije que me dejara. Se patinó de mi mano y oí un ruido, pero no le di importancia. Deduzco que se dio un golpe en la cabeza con la cama", dijo, pese a que el informe forense recoge que Sara tenía claros síntomas de muerte por asfixia, dos cervicales fracturadas y golpes en la cara.

Al rato él volvió al baño y cuando entró en la habitación "Me encontré el problema. Sara estaba muy fría", así que cogió el coche de la chica y se marchó de nuevo a Madrid. "Fue un errado mío lo admito, pero como había tenido un problema antes [una condena pendiente por pegar a otra chica] se me metió todo eso en la cabeza". Ya en Madrid, Beade llamó a su madre que le dijo "venite para acá y vemos cómo lo solucionamos", tras lo que cogió el primer vuelo hacia Buenos Aires, que hacía escala en Londres. "Mi intención no era escapar, ni esconderme, sino llegar a un lugar en el que me sentía más cómodo y arropado por alguien", dijo pese a que se llevó un año y tres meses en paradero desconocido hasta que la Interpol lo detuvo en casa de sus padres en enero de 2009.

Beade, que se enfrenta a 21 años y medio de prisión por asesinato, también negó que arrojara sobre el cadáver de la chica un fajo de billetes. "Ella escondía el dinero bajo el colchón y a mí se me cayeron varios billetes", señaló. El procesado aseguró que para él "fue un alivio que me cogieran", pero justificó que no se entregara "porque me asesoró un abogado". El novio de la hermana de Sara, que también declaró al ser el que encontró el cuerpo, negó que Beade y Sara estuvieran borrachos antes de irse a dormir a su cuarto y explicó que la chica le confesó que una vez "le dio una paliza, pero no lo denunció".

 

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