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El adiós de Zapatero: "Puse a mi país por encima de ningún otro interés"

Zapatero dice adiós en un discurso frío que respaldó el 90,8% de los militantes socialistas

el 03 feb 2012 / 22:59 h.

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Intervención de Zapatero en el congreso del PSOE.

José Luis Rodríguez Zapatero, aquel mirlo blanco que se llevó de calle al Partido Socialista hace doce años, cerró un importante capítulo de la historia del PSOE. Dijo adiós en Sevilla con un discurso sereno, frío, donde habló mucho de economía pero también de derechos y libertades. Solo se permitió que le brillaran los ojos ante la ovación cerrada de los suyos cuando terminó su informe de gestión, que avalaron 734 votos a favor, 21 en contra y 53 abstenciones. Serio, dio explicaciones por las severas derrotas, hizo una “autocrítica serena"  y rindió cuentas por sus decisiones. Un conjunto de recortes y restricciones económicas que supusieron un cambio de rumbo y que le ha costado al PSOE muy caro en las urnas: “Puse a mi país por encima de cualquier otro interés".

Zapatero recordó que durante su Gobierno en España se llegó “a discutir por casi todo". “Hemos llegado a discutir por Don Quijote de la Mancha en este país", lamentó. “Por defender la cultura a mi me han dado hasta en la ceja”, ironizó.

El expresidente se explayó en dar una explicación del conjunto de medidas que impulsó en mayo de 2010 para contener el déficit. “Si no se hubieran producido nuestro país muy probablemente hubiera entrado en situación de colapso económico y financiero", advirtió. Zapatero era “muy consciente del intenso impacto ciudadano, social y a la postre electoral de esas medidas". “Primero porque no se esperaban. Segundo porque no respondían a la estrategia política y económica que se había mantenido. Era muy consciente de lo que suponía, pondría los intereses de mi país por encima de cualquier otro interés", defendió. Tenía dos objetivos. Que España “no entrara en una situación de colapso y tuviera que pedir ayuda internacional". Y junto al de no ser intervenidos, el de “mantener al máximo la cohesión social”.

Denunció la involución que, a su juicio, supondrá el Partido Popular en políticas sociales. Como ejemplos la supresión de la asignatura de Ciudadanía o la derogación de la ley del aborto. Igualmente reprochó a los populares su oposición. “¿En qué campo de juego trabajamos?", se preguntó para responder: “Con una oposición sin concesiones, en minoría parlamentaria y con una Europa lenta". Rechazó que en su Gobierno hubiera imprevisión. Y tributó homenaje a las víctimas del terrorismo. “Es muy probable que nunca más tengamos una muerte a manos de ETA", celebró.

Su adiós fue en clave interna. “Hay que saber ganar y saber perder , pero tan importante es la amistad, los afectos. Tenemos que construir juntos", pidió. Su última frase: “Aquí termina mi tiempo, confío en que vais a saber hacer las cosas". A algunos de sus compañeros de viaje les dio gana, dicen, de marcharse con él.

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