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El agresor del Gran Poder recibe el alta

Volvió a su casa en libertad con cargos el viernes, tras estar hospitalizado en un centro de Huelva

el 12 jul 2010 / 18:30 h.

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El supuesto agresor es trasladado por dos agentes tras prestar declaración.

Luis Carbajo Ordónez, el hombre de 37 años que está imputado por un presunto delito contra el patrimonio histórico-artístico tras romperle un brazo a la talla de Jesús del Gran Poder, recibió el pasado viernes el alta del Área de Psiquiatría del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde permanecía ingresado desde el pasado 23 de junio por orden judicial.

 

Así lo confirmaron a Europa Press fuentes del centro hospitalario onubense, que aseguraron que ya no era necesario mantenerlo ingresado, por lo que se le concedió el alta para que pudiera regresar a su domicilio.

Antes de ser trasladado, el pasado 23 de junio, al Hospital Juan Ramón Jiménez, el presunto autor de la agresión al Señor de Sevilla permaneció ingresado en el Área de Psiquiatría del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde fue trasladado tras ordenarlo así el Juzgado de Instrucción número 10, para que se le realizara un análisis psiquiátrico, ya que el forense de los juzgados aseguró que sufría un trastorno.

Los hechos por los que Luis, nacido en Guadalcanal y funcionario de prisiones en Huelva, fue detenido se remontan al pasado domingo 20 de junio al término de una misa en la Basílica de San Lorenzo.

En ese momento, el imputado se acercó hasta la talla de Jesús del Gran Poder, obra atribuida al imaginero Juan de Mesa y fechada en 1620, y comenzó a golpearlo y a darle patadas con la intención de volcarlo, aunque finalmente lo que logró fue romperle un brazo, que ya ha sido colocado de nuevo al Gran Poder.

Tras pasar a disposición del Juzgado de Guardia el acusado declaró ser "el representante del espíritu de Jesús" y que llevó a cabo esta acción porque "Jesús no necesita ninguna representación en madera muerta". El Juzgado de Instrucción número 10 decretó para él libertad con cargos por un presunto delito de atentado contra el patrimonio histórico-artístico, para el que el Código Penal establece penas de prisión de uno a tres años.

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