La unidad que alcanzaron la pasada semana las asociaciones del campo andaluz para acordar las exigencias regionales de cara a la inminente reforma de la PAC (Política Agrícola Común) no se trasladará a la convocatoria de movilizaciones que, a lo largo de este mes, denunciarán la crisis que soporta esta actividad y la falta de soluciones.
Asaja irá por su cuenta, COAG y UPA de la mano. La primera se hará eco de los problemas que, en general, tienen los agricultores y los que llama incumplimientos de las administraciones. Las segundas harán hincapié en la crisis de precios de los productos y, como en otras ocasiones, pondrán el ojo en las grandes compañías de distribución comercial.
En el ánimo de la patronal que preside Ricardo Serra está cosechar el mayor impacto posible. El día 16, jornada de protesta en las ocho provincias andaluzas, tienen previsto sacar los tractores a las carreteras y realizar cortes de las mismas, de forma intermitente y por espacio de una hora. En otras ocasiones, las autoridades han impedido ese tipo de colapsos circulatorios, pero en la asociación consideran que la legislación les asiste.
De hecho, en la retina aún guardan la imagen de centenares de tractoristas que sembraron el caos en Luxemburgo durante una movilización europea justo cuando se celebraba un Consejo de Ministros de Agricultura de los Veintisiete.
UPA y COAG no han decidido todavía la fecha, y la versión oficial es que esperan a que haya un acercamiento con Asaja, pero en su fuero interno saben que éste no se va a producir salvo que las dos se sumen a la convocatoria de esta última, algo que es harto improbable.
Lo cierto y verdad es que una gran parte de las reivindicaciones actuales de Asaja de Andalucía se edifica sobre la tabla que llevaron todas las organizaciones agrarias y las cooperativas a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, en diciembre de 2009.
Zapatero se comprometió a darles soluciones, pero ésta, a juicio de Asaja, se han incumplido y "la situación del campo se ha agravado". "El plan de choque [del Ejecutivo] nunca llegó". Éste incluía financiación, amortiguar la subida de las tarifas eléctricas en el riego, actualizar la normativa fiscal, en especial aquélla que atañe al IVA agroganadero, el establecimiento del gasóleo profesional para el campo, revisar la norma de Competencia para permitir acuerdos sobre precios justos entre los productores y los industriales y el impulso a la gestación de grandes grupos de cooperativas para concentrar la oferta y hacer frente a las cadenas de distribución comercial.
"La situación de la cadena alimentaria está más desequilibrada que nunca en perjuicio de los agricultores", comenta Asaja que, no obstante, no habla sólo de los "incumplimientos" de Zapatero. También lo hace de los del jefe del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán. "Su plan de choque también se ha quedado en agua de borrajas". Contenía 22 medidas (al ejecutarlas, más de cien) y se preveía llevar al Parlamento regional, y no ha sido así.
Y ni siquiera, alegan en Asaja, ha habido una reacción para solucionar el problema de la aceituna de mesa, "aunque un estudio de la propia Consejería reconoce que estamos en pérdidas en un sector fundamental en la economía agraria de la comunidad y en especial de Sevilla", señalan en la patronal.
Por su parte, UPA y COAG no han decidido qué tipo de acto de reivindicación van a hacer, si bien se sopesa realizar alguna protesta ante las puertas de grandes superficies.
No en vano, las cadenas de hipermercados y de supermercados centran las principales denuncias de esas dos organizaciones agrarias, pues consideran que venden a pérdida (por debajo de costes) productos alimentarios como el aceite de oliva. En Jaén sí se han unido las tres asociaciones agrarias y Faeca para movilizarse en favor del olivar.
