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El agua desembalsada en tres días daba para siete meses más de consumo

Los embalses de El Gergal y Melonares, que están por encima de su capacidad, soltaron 72,2 hectómetros cúbicos entre el martes y el jueves.

el 10 dic 2010 / 19:16 h.

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Dos ciclistas circulan frente al embalse de El Gergal, que siguió desaguando pero a menor ritmo que el jueves.

Más de siete meses de consumo. Ése es el agua que se han visto forzados a soltar los embalses que abastecen al área metropolitana por la "inaudita" tromba que asoló la provincia durante el pasado puente. Sólo en tres días, los que van del martes al jueves, el embalse del Gergal -a donde se dirige el excedente del resto de pantanos- y la presa de Melonares -que todavía no está operativa- desembalsaron 72,22 hectómetros cúbicos, el equivalente a casi 219 días de consumo de la población residente en la aglomeración urbana, a tenor de los datos facilitados por la empresa metropolitana de agua de Sevilla, Emasesa, que calcula un gasto 0,33 hectómetros cúbicos al día.

El proceso de desembalse fue más agresivo el jueves, lo que contribuyó a la crecida del río Guadalquivir, el estado de prealerta en los pueblos ribereños y las críticas de las asociaciones agrarias, que tildaron la política de la Junta de Andalucía de "negligente". El Gergal, que es el único pantano que vierte directamente al río, soltó sólo ese día 28,8 hectómetros cúbicos, lo que fue justificado porque se encontraba al 113% de su capacidad.

Ese volumen equivale a 87 días de consumo en el área metropolitana y es casi el mismo caudal que ha soltado esta presa en la última década, aunque bien es cierto que en ese tiempo el desembalse no se producía tanto porque los pantanos no estaban tan llenos como ahora.

Pese a los esfuerzos en el desembalse, el Gergal amaneció el viernes por encima de su tope y a primera hora de la tarde seguía así, en concreto al 104%. Este embalse es el clave para hacer un diagnóstico de cómo está la red de Emasesa. Y es que los otros (Zufre, Minilla y Aracena) están interconectados y sus excedentes van a parar al Gergal, que es el que actúa como tapón para regular todo el agua que se desprende al Guadalquivir. En cualquier caso, la situación del resto de embalses experimentaba una leve mejora. La Minilla, con 52 hectómetros cúbicos, se situó de nuevo por debajo del 90% de su capacidad, mientras que el embalse de Aracena, con 118 hectómetros cúbicos, bajó dos puntos y ahora rozaba el 90% de su volumen. Esa situación difiere con la de Zufre, el mayor pantano que abastece al área metropolitana con 191 hectómetros cúbicos y que al cierre de esta edición estaba soltando agua, ya que se encontraba al 103,4%.

El otro gran protagonista a la hora de desaguar es Melonares, con la salvedad hecha de que, aunque su construcción ya está más que finalizada, lo que acumula no se puede aprovechar para el consumo porque la obra de las tuberías que llevarán el recurso a la población no está acabada. Pese a que la infraestructura soportó bien la que fue su segunda gran prueba de fuego -la primera fue el temporal sufrido en los primeros meses del año- sí que tuvieron que quitarse de encima gran cantidad de agua. Sólo el jueves fueron 20,7 hectómetros cúbicos arrojados, su histórico desde que está en fase de pruebas. Y, con todo ello, dejó al embalse fuera de peligro aunque bien lleno (104% de su capacidad total, cifrada en 180 hectómetros cúbicos).

El cese de la lluvia está ayudando a que el Guadalquivir recupere su caudal y que el desembalse se efectúe de una forma algo más ralentizada. Prueba de ello es que el Gergal y Melonares arrojaron este viernes en unas 17 horas 4,8 hectómetros cúbicos, poco más de una décima parte de lo que soltaron justo un día antes. En todo caso, siguen estando en la lista de los siete pantanos de Andalucía que han tenido que abrir sus compuertas para sobreponerse de la tromba.

Pese a la suelta de agua, Emasesa ha hecho cálculos y sabe que las últimas tormentas garantizan el suministro, por lo menos, hasta mediados del año 2014. Todo es fruto, según la empresa pública, a que en cuatro días se recogieron 87 hectómetros cúbicos que ampliaron las reservas en 262 días. Y, en segundo lugar, a la austeridad en el consumo de sus usuarios.

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