David Cuevas y Jairo Caballero abrazan a Son tras el 3-0. Foto: Aurora Díaz.
En otra noche de fútbol total, el Alcalá reclamó el papel protagonista en la Copa Real Federación Española, un torneo menor para los históricos del fútbol patrio que mendigan por la Segunda División B y la auténtica panacea para los conjuntos de Tercera que buscan 12.020 euros como el secreto del Santo Grial. La tropa de Jesús Galván sometió al CD Ourense, firme aspirante al play-off de ascenso a Segunda División, con una propuesta atractiva, atrevida y carente de sentido del suicidio. El 4-1-4-1, con Álvaro Jurado entre líneas y dos puñales en los costados, Gonzalo y Jairo Caballero, retrató al bloque gallego, asfixiado en la medular. El Alcalá inició el combate con el rifle repleto de munición. Se agazapó en su posta y a la primera oportunidad abatió a su presa, desconcertada por el estreno de un rival no apto para la última categoría nacional. Gonzalo anotó el 1-0, de penalti y con sangre fría. Las peripecias de Táboas no inquietaron al capitán, pulmón y sangre. El gol concedió crédito a la apuesta de Galván, que otorgó la titularidad a un central procedente de la Regional Preferente que parecía de otro tiempo, Docsio. El ex del Triana fijó con dos recortes de superclase en una loseta a Óscar Martínez, un 9 de postín. La diferencia de categoría era una cuestión teórica. En el césped, el Alcalá, con fuego en la mirada, atemorizó a su oponente, que trató de gobernar en la sala de máquinas con Adrián Cruz. El '8' no ejerció de líder en ningún momento y claudicó en su cruzada personal ante Son, eléctrico y diabólico en las transiciones. Y fue en una contra de manual donde nació el 2-0, obra de Pana tras una sucesión de toques milimétricos entre Álex Pérez y Gonzalo. La grada explotó de júbilo y alguien alzó los brazos al aire. El técnico orensano dispuso un relevo para recomponer el mapa, aunque la única fuente de peligro rojillo fueron las acciones de laboratorio. A cuero detenido y con un superávit de centímetros en área hostil.
Tras la reanudación, el Alcalá conservó el maquillaje con su equilibrio táctico. Mantuvo la mejilla intacta de golpes y en momentos aislados se permitió el lujo de declarar varios conatos de incendio. Y a la hora de juego, un jab en el mentón. Un error de la zaga gallega fue rentabilizado por Son con un disparo con la zurda y a media altura para certificar el 3-0. El ex del Nervión exhibe ADN de líder. De chico travieso. Y en la gresca se pavonea. En pleno festival, Tena asumió los galones de la zona de creación y Abraham aportó criterio en la contención. Fue entonces cuando Galván reorientó al propio Son a la banda zurda. El choque fue languideciendo con parsimonia. A cámara lenta. Sin embargo, el destino reservó un guiño cruel. El 3-1. A balón parado y con una mueca injusta a Luisma, soberbio hasta entonces. Ya era tarde para maldecir a la fortuna. Era el momento de recoger los piolets antes de la próxima escalada. La próxima semana. En O Couto y con un 3-1 de aliado. 90 minutos para la lotería. Un segundo premio. Reserven el cava.
Ficha técnica:
CD Alcalá: Luisma; Álex Pérez, Docsio, Serrano, David Cuevas; Álvaro Jurado (Tena, m. 66); Gonzalo, Son, Pana (Boris, m. 82), Jairo Caballero (Abraham, m. 70); y Saborido.
CD Ourense: Táboas; Yosu, Moisés, Capi, Campillo; Rubén Arce (Iker Alegre, m. 34), Adrián Cruz, Álex Fernández (Yebra, m. 53), Noguerol (Gustavo Souto, m. 46); Javi Hernández; y Óscar Martínez.
Árbitro: Bruno Alcalá, de Córdoba. Amarilla a David Cuevas, Jurado, Saborido, Tena, Abraham; Capi, Adrián Cruz y Javi Hernández.
Goles: 1-0, Gonzalo, de penalti (m. 8). 2-0, Pana (m. 17). 3-0, Son (m. 60). 3-1, Yebra (m. 72).
Incidencias: 1.000 espectadores en las gradas del Ciudad de Alcalá.
