En la Semana Santa de 2011 no habrá que desmontar las catenarias. Es el único compromiso que adquirió el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, sobre los plazos de la puesta en marcha del tranvía sin cableado. Esto supondrá un retraso de un año con respecto a lo pactado con la empresa CAF-Santana. Para entonces, justo antes de las elecciones, el Metrocentro ya tendrá probada la nueva tecnología que le permitirá recorrer el tramo entre el Archivo de Indias y la Plaza Nueva sin cables y se podrá contar con los nuevos vehículos Urban III, que incorporará de serie. Así lo anunció ayer el regidor en un recorrido para probar el Acumulador de Carga Rápida (ACR) con los medios hispalenses.
Aunque las pruebas se iniciaron la madrugada del martes, y cuando todavía queda más de un mes para que empiecen las comprobaciones con viajeros, el alcalde quiso explicar los plazos para que el tranvía estrene en público una nueva tecnología "made in Andalucía, que debe hacernos sentir orgullosos de ser andaluces y que desde Sevilla se va a mostrar al mundo entero".
En la primera fase, que se mantendrá hasta el 4 de marzo -las pruebas son de domingo a jueves de madrugada-, se está sometiendo a examen el "protocolo de recepción de la unidad, la seguridad y la distancia de frenadoa 20 kilómetros a la hora".
Una segunda etapa -hasta el 26 de marzo-, llamada de circulación en blanco porque no irán usuarios en el tranvía, será para probar el tren en horario comercial, aunque de tarde, a la vez que se aprovecharán las mañanas para impartir formación teórico-práctica a conductores y supervisores y "hacer otra clase de pruebas".
Para la tercera y definitiva, "la prueba de fuego", según Sánchez Monteseirín, "porque será a pleno rendimiento, con las características del estío sevillano, con el aire acondicionado a tope", se invitará a asociaciones y colectivos para que prueben el prototipo. Esto será después de la Semana Santa, cuando el Ayuntamiento empezará a evaluar las opciones de futuro, teniendo presente que "los resultados están siendo muy satisfactorios", que "en las condiciones actuales todo está funcionando de forma adecuada", y que de momento "es suficiente con que se cubra con el margen de seguridad adecuado el tramo entre Plaza Nueva y el Archivo de Indias".
Entre las opciones que maneja el Ayuntamiento se encuentra la de implantar los condensadores del ACR en todos los trenes que prestan servicio en el Metrocentro o sustituirlos todos por el nuevo modelo Urban III, que tienen incorporada de fábrica esta tecnología y que sería un paso adelante para que el tranvía llegue a ser circular. "Esta opción es la que da más posibilidades para la ampliación del tranvía por el Centro", subrayó el alcalde, quien añadió que ésta se adapta mejor al objetivo final de Metrocentro "de Plaza Nueva a Plaza Nueva, pasando por Santa Justa y la Encarnación".
"Aunque muchos digan por ahí que improvisamos, estamos haciendo lo que dijimos desde un principio: priorizando el desarrollo del tranvía en función del desarrollo tecnológico", añadió.
La implantación del nuevo sistema de CAF-Santana, la empresa que fabrica los trenes, que permite la recarga del vehículo en las paradas aprovechando la energía del frenado y una catenaria existente en la estación -en 90 segundos para una carga completa y de 30 en las estaciones intermedias-, tampoco tendrá repercusión en las arcas del Consistorio: "Se trata de un plan renove a coste cero. La empresa se ve compensada porque puede mostrar su tecnología al mundo", afirmó Sánchez Monteseirín.
El compromiso de CAF-Santana, según el acuerdo firmado con el Ayuntamiento en diciembre de 2008, era que este nuevo modelo que permite retirar las catenarias estuviera listo el 30 de abril de este año con la amenaza de una penalización de un 0,2% sobre el coste del sistema de autonomía por cada mes de retraso. Ahora, después de este periodo de pruebas, todavía habrá que esperar alrededor de un año para que funcione a pleno rendimiento.
