El regidor recalcó que aunque la mayoría de motoristas cumplen las normas de seguridad vial, hay una minoría en ese colectivo "que cometen auténticas animaladas, saltándose los límites de velocidad", que están fijados en 90 kilómetros por hora. Es más, añadió que no hay fin de semana en el que no se produzca un accidente de tráfico. "Por suerte, no suele haber víctimas", dijo.
El alcalde reclama a la Dirección General de Tráfico (DGT) que endurezca la vigilancia en la vía con un aumento de las patrullas y la instalación de dispositivos de control de velocidad. También solicita que se habiliten arcenes en una vía que carece de ellos, algo con lo que coincidió con el alcalde de El Pedroso, Manuel Meléndez (PA). En caso de no ser escuchado, irá a la Subdelegación del Gobierno.
También matizó que "están encantados con la llegada de los moteros a la Sierra Norte", aunque dejó claro que "una vida vale más que los beneficios turísticos que deriven de su presencia".