El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Morón de la Frontera celebró ayer el juicio rápido de faltas correspondiente a las actuaciones que pesan contra el alcalde de Coripe, el socialista Antonio Pérez, tras ser sorprendido triplicando la tasa máxima de alcohol al volante de un vehículo del propio Ayuntamiento.
Según informaron fuentes judiciales, el juicio rápido ha sido resuelto por conformidad al aceptar el alcalde la petición de la Fiscalía, que solicitaba, en concreto, una multa de 720 euros, además de la retirada de su permiso de conducir durante ocho meses y dos días y las costas del procedimiento.
De esta forma, el propio alcalde manifestó en un comunicado público que asume la responsabilidad de sus actos y que lamenta que Coripe «haya sido noticia estos días por una situación que no tiene nada que ver con mi gestión política, sino con una situación puntual y personal de la que ya hemos dado las explicaciones pertinentes a la jueza», afirmó Antonio Pérez.
El regidor del municipio sevillano expresó que va a agotar «la presente legislatura, de la que quedan pocos meses, y que una vez que se agote el mandato de responsabilidad que me dieron los vecinos, no volveré a presentarme». Además, añadió que no volverá a ocupar ningún tipo de cargo de responsabilidad social. Pérez subrayó en todo momento que «en esta situación lamentable iba conduciendo un coche del Ayuntamiento porque durante toda la jornada estuve haciendo gestiones relacionadas con el Consistorio y por eso utilicé el coche que después se ha visto relacionado con esta situación».
Hay que recordar que el mandatario ya prestó declaración el pasado lunes en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Morón de la Frontera, en el marco de las actuaciones en su contra por haber infringido el Código de Circulación al dar positivo en un control de alcoholemia, arrojando una tasa de 0,72 miligramos por litro de aire espirado, una cifra que supone casi el triple de lo permitido -0,25 miligramos-.
Antonio Pérez ya fue citado en el Juzgado de Morón de la Frontera el pasado viernes, aunque no prestó declaración al no haber asistido su abogado con él. El incidente tuvo lugar en torno a las 23.30 horas del miércoles 26 de marzo, cuando el alcalde de Coripe fue sorprendido por un control de la Policía Local de Morón, mientras iba al volante de un coche adscrito al propio Ayuntamiento de la localidad sevillana. De esta forma, el vehículo oficial que conducía el regidor triplicando la tasa de alcoholemia permitida, fue trasladado al depósito municipal, de donde fue retirado a la mañana siguiente del incidente tras hacer frente al pago de la correspondiente multa de 120 euros.
Según informaron fuentes cercanas al caso, el coche oficial que pilotaba Antonio Pérez, llevaba una silla de bebé en el asiento trasero, lo que apunta a que era utilizado en más de una ocasión por el mandatario de Coripe para su uso personal.
