El alcalde de Espartinas (Sevilla), Domingo Salado (PP), ha calificado hoy de "rotundamente falso" que haya obtenido para su vivienda una licencia de obras contraria al ordenamiento, y ha afirmado que los documentos en los que al parecer se basa la denuncia del PSOE fueron robados de su domicilio.
En una nota de prensa remitida a Efe a través de su abogado, Manuel Salinero, el alcalde califica de "rotundamente falso que se haya obtenido un licencia de obra no ajustada al planeamiento vigente, como se apunta en la denuncia filtrada a la prensa".
"Por el contrario, se trata de una licencia idéntica a cuantas se han concedido a otros ciudadanos de Espartinas en dicho lugar", la urbanización "La Juliana", y "con respeto estricto de la normativa aplicable, como demostraremos sin lugar a duda", añade el comunicado.
Las informaciones publicadas se basan en un documento privado como es el contrato privado de compraventa de la vivienda, por lo que Salado dice no entender "cómo se ha tenido acceso a ese tipo de documentos, que por otra parte contemplan y detallan una sencilla compraventa con cláusulas absolutamente habituales".
Se trata de documentación "absolutamente privada que afecta a la intimidad del señor Salado, y que estaba bajo su custodia en su vivienda, en la que por cierto se produjo un robo en su día, que se encuentra denunciado", señala Salinero.
Por estas razones, Salado "se reserva expresamente el derecho a formular a su vez las acciones que le corresponden y desde luego ante el delito de denuncia manifiestamente falsa" que resultaría de las afirmaciones puestas en boca de la portavoz socialista en Espartinas, Matilde Marín.
Además, el alcalde precisa que hasta esta mañana no ha recibido la citación judicial para comparecer como imputado el próximo 3 de julio ante el juzgado de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), por lo que ignora el contenido de la denuncia y "cuando lo conozcamos, podremos exponer con detalle cuanto resulte procedente".
Según la denuncia del PSOE, Salado votó en los sucesivos plenos municipales que aprobaron el proyecto urbanístico y no se abstuvo pese a tener interés directo en él.
Además, llevó a cabo una ampliación de su vivienda aunque la licencia solo contemplaba un sótano y local, en una iniciativa que el Ayuntamiento presuntamente negó a otros vecinos.
